Y en la noche más oscura, la luz de mi estrella me guía una vez más el camino a casa. No esa casa en la tierra, no, la casa que me espera en el cielo, donde podre vivir eternamente junto a ella.
Llamó a mi ventana en un pequeño susurro, sonrió al saber que estaba preparada para partir. Al dejar mi sangre salir del organismo, ella me llenó con su luz para hacerme vivir junto a ella para siempre.
Agregando así, una estrella mas al cielo. Donde cada alma gemela tiene su estrella.
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Una Chica y Su Mente
Teen FictionSimples escrituras que no tienen ni un comienzo ni un final esperado