𝙏𝙝𝙧𝙚𝙚 ━ 𝙡𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨 (𝘰𝘯𝘦-𝘴𝘩𝘰𝘳𝘵𝘴)

━━ ( 05 )

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Sasha detalló cada mínimo rasgo en la azabache; sus ojos verdes, su piel oliva, su nariz bulbosa, sus labios finos y rojizos, su cabello oscuro, resaltaba sus ojos y el brillo de ellos.

Vale... sí que estaba embobada.
Siendo inconsciente, mordió su labio mientras jugaba con sus dedos.

¿Más discreta no podía ser?
Ver a su amiga se había vuelto su pasatiempo favorito... y apenas llevaba diez minutos. ¿Quién necesita poner atención a la clase de lengua cuando se tiene a una chica de rasgos taiwanses frente a ti?

A la mierda la clase.
Sasha quería saber que tanto piensa Wu;
especialmente con esa mirada de niña inocente.

Estaba tan perdída, ¿qué tanto pensaba?
Juraba que no era la única que no estaba prestando atención, pero la mirada de Wu era tan indescifrable y profunda, tanto así que Sasha clavaba sus ojos en ella; como si quisiera leer su mente o algo así.

–¿Waybright?  —chasqueo sus dedos frente ella; la rubia parpadeó variedad de veces y termino cruzando sus ojos con su profesora.

—¿Mjm?

—¿Me puede decir que está haciendo? —la rubia sintió variedad de miradas en ella, pero ninguna pertenecía a su amiga.

—Estoy prestando atención a su fabulosa clase —se burló, y la clase rió con ella.

—La clase se encuentra al frente, no a lado de su compañera Regina —señalo a su amiga; se le ruborizaron las mejillas al escuchar las ambulancias que sus compañeros comenzaron a hacer.

Y desvío su vista hacia la azabache, notando que está ya la veía desde lejos.
Sintió su corazón derretirse y latir a un grado exagerado.

Su mirada era tranquila, mientras que la de su amiga era alterada y tonta.
Marcy sonrió, en dirección a Sasha, quien sintió como el aire desaparecía de sus pulmones, mierda.
¿Por qué tenía que ser así el amor?

Sasha dejo caer su rostro en la mesa, ocultado sus mejillas rojizas.

—¿Pondrá atención a mi clase o irá a detención?

—Detención...

Antes de decir algo, la rubia ya se encaminaba hacia fuera, dejando el aula en silencio.

Marcy observo cada movimiento, relajada.
Y sonrió; juraba que la mirada de su amiga era de morir, pero... antes de empezar la clase, cruzó una idea.

—Profesora —alzó la mano.

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Arrastraba sus pies con pereza por los pasillos silenciosos, ahora se sentía tonta.

Momento.
¿Sasha, la más orgullosa y la chica más deseada por cada uno de estas instalaciones, está avergonzada?
Joder, eso es decir mucho.

—¿Sasha?

—Mierda —paro en seco.
Se dio la vuelta y encontró a su amiga detrás de ella—. ¡Marcy...!, vaya. . . ¿quién lo diría?

—Nunca te había visto nerviosa —entre cerro sus ojos, y le sonrió.

—¿Qué?, Mar Mar, ¿sabes con quién hablas?

—Sí... hablo con mi supuesta amiga, la cual me estaba viendo como tonta en plena clase.

—¡Eso es mentira...!, estaba viendo hacia afuera, estás junto a una venta. No es mi culpa —se cruzó de brazos, nerviosa.

Ambas se observaron, pero Sasha sintió la pesadez de su amiga; ¿ahora que se supone que debe estar pensando?, Marcy se veía tan atrevida en esos momentos, ¡y ella como una total idiota!

—Que idiota soy...

—¿Qué?

—Mierda. Mira, tengo que ir a detención por sí no te has dado cuenta, así que... sí me permites —dio un paso.

Pero la suave mano de Marcy le dio escalofríos por todo su cuerpo.
Sasha mierda, concéntrate.

—¿Bailas?

—¿Qué? —< < ¿QUÉ PUTAS ESTA PASANDO? > >

—Vamos Sash... baila conmigo —se acerco a su cuerpo.

—Marcy... estamos enmedio de un pasillo vacío, ¿y quieres bailar? —sonrió nerviosa, paso su mano por su cabello.

—Sí, ¿pasa algo?

—No... solo que —no pudo terminar su oración, pues la azabache ya se encontraba a centímetros de su rostro, sus manos detrás de su cuello y sonriendo—, tengo que ir a detención...

—Y yo tendría que estar en el sanitario. . .
pero estoy aquí, contigo.

Ambas se quedaron calladas, y se miraron, Sasha suspiro entre una sonrisa.
¿Qué, está, pasando?

—¿Te pongo nerviosa?

—Ya quisieras.

—Vale —Marcy paso su mano por los labios ajenos, y oculto su rostro en su cuello, llenando sus pulmones del olor que emitía su cuerpo.

El cuerpo de la rubia se tensó, e inmediatamente sonó la campana, la rubia se hecho a correr.

Marcy quedó como tonta, parada en el pasillo mientras sonreía y entraba en razón por lo que acababa de hacer.
Sus mejillas ardieron y se mostró lo nerviosa que estaba.

Había perdido la cabeza para hacer aquello. . .

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