Y así, una espada fue a pelear a otro mundo

Capitulo I: El nuevo mundo.

El sonido del acero chocar con madera resuena en una pequeña cosina, un joven de aproximadamente 22 años corta con gracia, precisión y velocidad los vegetales que coloca.

A su izquierda una estufa encendida calienta agua en una olla. El olor a carne, papá y chile llena el lugar con un explendido y exquisito olor que acompaña el tranquilo ambiente. El joven que terminó de cortar la verdura agarra un trapo húmedo para quitar la tapa de la olla y posteriormente coloca las verduras cortadas.

Con un cucharón el mueve el caldo, produciendo que todos los ingredientes se mesclen con firmesa.

Con el trabajo echo el deja los utensilios para poder lavar lo previamente utilizando, luego sostiene una tetera y enciende una parrilla portátil para poder calentar agua.

Con eso echo camina al comedor para poder sentarse frente a su invitado no deseado.

"Lamentó la demora, pero necesitaba prerar la cena para Rin, de lo contrario ella llegaría irritada y sin nada sobre la mesa seria volver a buscar un comedor y posiblemente una sala nueva." El joven de cabello rojizo hablo por primera vez, mientras que se inclina levemente hante su visita. "Pero tengo que decir que entrar sin tocar, o mejor dicho, aparecer en la mesa del comedor sin soltar palabra alguna hasta que me enteré es muy descortés de tu parte Zelretch-san." Volviendo a subir su cabeza el joven vio nuevamente a su inesperado visitante, o mejor dicho, su inesperado intruso.

Kischur Zelretch Schweinorg, ese es el nombre del hombre que está frente suyo. Un hombre que tiene la apariencia de un hombre anciano con el cabello rizado hacia atrás y una barba corta. Este era reconocido por tener un físico fuerte y resistente a pesar de su edad, pero que eso no te engañe, el es un hombre que le encanta meterse con las personas, sobretodo con el joven.

"Jajaja tranquilo Shirou, ambos sabemos que ya me esperabas, después de todo tienes tu tetera preparada para eso, aún que tengo que admitir que el ya no tener reacciones tuyas es bastante aburrido." El hombre solo siguió con su sonrisa descarada.

Emiya Shirou, el joven que está frente al hombre mayor, un joven Magus de tercera categoría que vive en Inglaterra junto a su maestra y amante Tosaka Rin estudiante directa de Zelretch, mismo que constantemente se mete con ellos solo por diversión.

Sobretodo con el propio Shirou, quien más de una vez a escuchado a Zelretch maldecir por no conseguir una reacción o murmurar que el es el Shirou más aburrido. Por supuesto el lo ignoro, o intento hacerlo, después de todo cuando Zelretch tiene su ojo en ti, solo los dioses pueden sacarte de ahí.

"Es verdad, pero aún así consideró que es importante, y educado, avisar con antelación tu llegada." Por supuesto que el decía todo en vano, sabe que el hombre solo estará de acuerdo para dejar eso de lado. Y no se equivocó.

"¿Pero eso no le quita la diversión? Es mejor de esta forma, después de todo un héroe siempre está preparado para lo inesperado, por cierto ya casi está el agua."

El hombre con habilidad desvío el tema, haciendo que el joven solo soltara un suspiro resignado. El se volvió a levantar y apagó el fuego del agua. Con cuidado levantó la tetera y sirvió en dos tasa un poco de agua antes de colocar un par de platas.

Después saco un plano y una caja de galletas de chocolate que compro Rin, algo con lo que el estuvo en desacuerdo ya que el perfectamente puede cocinar algunas, pero Rin comento que si hacía eso una serpiente podría venir corriendo por lo que terminó dejando hacer lo que quiera.

Por supuesto ella comió gran parte de las galletas en pocos días y como buen novio/amo de casa/madre, escondió el resto y comenzó a servirlas a invitados, y sorprendentemente Rin jamás supo que las galletas que comía con invitados eran las mismas que supuestamente se acabó.