Prólogo

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Reichel recuerda que en si niñez siempre le decían que la vida no tenía favoritos, sino que había quienes tenían su vida favorita. Que tenías que trabajar hasta partirte la espalda y arrancarte las uñs para poder tener tu pedacito de cielo y otros lo tenían comprado desde que sus padres nacierón. Solían decír que si no mostrabas alguna habilidad extraudinaría no tenías ni porqué decír tu nombre.

No recordaba cuando fue el momento que inicio a creerlo, tomandolos como su lema personal. Enfocandose en tenee su pedacito de cielo pero resignandose a no tenerlo por completo. Ella no tenía su vida favorita, pero tenía vida y eso le bastaba. No era creyente del destino, sino de las opurtunidades y beneficios que acarreas a tu persona y desendencia.

No era de las personas que destacara por su agilidad o inteligencia, nunca escucho a alguien que la reconociera por eso. Aunque tenía una mente brillante eso era opacada por sus constantes tropiesos y caídas, pero no podían culparla si eran los demás niños del orfanato quienes movian del lugar las cosas a drede.

Veran, Rei es ciega desde nacimiento y en sus primaverales cuatro años aún no agudisaba lo suficiente sus otros sentidos como para andar con seguridad. Apesar de la condición de sus ojos, estos eran de un vivo color rojo pero que si veís con detenimiento su pupila siempre se encontraba contraida.

Nunca se sintío mal por ser una invidente, no recordaba que ser ciega la limitara de cumplir sus quehaceres o de cumplir con los castigos que eran asignados.

Pero algo que sí desarrollo tras una mala jugada fue a aprenderse las calles de memoria a pesar de su condición. Tras salir del orfanato por error no encontro el camino al lugar, tampoco pidio ayuda pues no le gustana depender del resto. Tenía solo diez cuando aprendio a vivir por su cuenta y encontro una pequeña casa un poco alejada de la ruidosa ciudad.

Tampoco era que le gustara mucho salir a dar la vuelta. Aprendio los caminos de su casa a la tienda de la esquina y al mercado a unas cuantas calles del lugar. Era muy tranquilo y por lo que lograba percerbir era un tanto rustico y con aires rurales.

-Analgesia congénita-

Fue el beredicto del médico delante de ella. Estaba tranquilamente cruzando la calle cuando un impacto la tiro en el camino, parandose como si no hubiera pasado nada se propuso a seguir su rumbo, no sabe en qué momento había terminado en un consultorio.

-Es un padecimiento raro, muy pocos casos hay de ellos a nivel mundial- le había dicho el hombre -el origen de la enfermedad es una mutación en el gen SCN9A que codifica para la subunidad alfa de los canales de sodio, alterando así notablemente la capacidad nociceptiva del paciente, lo que se traduce en una incapacidad para-

-Para sentir dolor-

Bien, ahora tenía que estar el doble de atenta con su entorno. Tenía que sentir los olores y escuchar el peligro, agudisar sus oidos el doble y que su cuerpo entero lograra sentir las vibraciones.

¿Ya mencione que era una genio? A pesar de ya no estar en el orfanato siguio con sus estudios, gracias a ese accidente de auto logro que la inscribieran en una escuela y un trabajo de medio tiempo como limpia mesas. Su escuela tenia viejos libros de braile que rapidamente memoriso y aprendio. Tenia una capacidad para comprender y retener unformación sorprendente y su analizis de temas era muy bueno.

Tampoco la llamaremos la más inteligente del mundo, pero sin dudas tenía con que defenderse.

Pero en este mundo todo gira entorno a los heroes, a los dones y el gran futuro si este es bueno o de utilidad para la sociedad. Era claro que ella desarrollo un quirk, algo bueno al fin, solia pensar.
A pesar que podía ser algo vistoso, no lo relacionaban con los heroes. Era bueno, pero la portadora no, esos murmullos eran los que solia escuchar.

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