A las primeras dos semanas de conocerse, Roier supuso que fue su falta de acción tanto romántica como sexual, la respuesta al porqué de que no le molestaba que Cellbit le coqueteara o se le insinuara.
Habían tomado esa costumbre de encontrarse antes de la escuela para hablar, en los recesos se saludaban de lejos o en veces se despedían de sus amigos para hablar, y todos los días, sin falta, durante esas tres semanas, Roier y Cellbit se encontraban en la biblioteca de la escuela cuando las clases ya habían terminado.
Era un horario del cual no hablaron, pero lo acordaron sin necesidad de palabras, ambos sintiéndose cómodos con la rutina que se habían impuesto.
Era simplemente agradable para los dos, saber que el otro lo estaba esperando a una hora determinada del día, dedicándole tiempo a esa relación de la cual ya ambos dudaban de la etiqueta.
Los apodos se quedaron en ellos desde el día siguiente en el que Cellbit tomó la iniciativa y correspondió el coqueteo tonto de Roier.
"Gatinho" y "Guapito" se convirtieron en nombres diarios y especiales que no salían a más de ellos, un apodo que fue dado por el otro y con el cual, se podría decir que se sintieron cómodos con ellos.
Nunca hablaron sobre eso, ninguno mostró signos de incomodidad con eso después dé.
Por lo que, en un acuerdo sin palabras, los apodos se quedaron especialmente para ellos.
Roier notó cosas en Cellbit al observarlo mucho más de lo que un amigo ve a su otro amigo.
Cellbit era más apasionado de lo que una persona normal tendía a ser.
No en el ámbito romántico, ese es un lugar del brasileño que personalmente él todavía no había explorado.
Sin embargo, tenía curiosidad.
A lo que se refería, es a que era una persona muy dedicada en su vida cotidiana.
Cuando estaban en la biblioteca pasaba muchos minutos para decidir sobre la respuesta de una pregunta, que fuera como fuera estaba correcta, Cellbit era una persona detallista.
Se dio cuenta, también, que el uniforme del chico siempre estaba limpio, planchado y olía a un exquisito suavizante de lavanda, ni una sola arruga en su ropa.
Detalles tan... Banales, tal vez, como lo es que usa shampoo de sábila, se pone crema hidratante cada cierto tiempo en sus manos, usaba vaselina en los labios, su barba crecía cada tres días después de afeitar (y si se lo preguntan, odia los días en los que va recién afeitado.) No le gusta su pelo largo, pero le da miedo cortarlo.
Notó que usa corrector de maquillaje para ocultar una cicatriz en su mejilla.
Nunca lo mencionó y no tiene pensado hacerlo.
De alguna u otra manera se dio cuenta de que no veía a Cellbit con los mismos ojos con los que veía al resto de las personas, no le ponía la misma atención a los demás como se la ponía a Cellbit.
También notó cosas en sí mismo, cosas que él sabe que no estaban en él antes.
Antes no duraba tanto en el baño como lo hace ahora.
Dedica de 20 a 30 minutos para arreglar su cabello, usa un shampoo de coco, mascarilla para el cabello y un acondicionador de rosas, todo para que esté este suave y brillante, no usa una secadora, deja que se seque por sí solo haciendo que el perfume del acondicionador destaque.
A Cellbit le gustaba acariciar su cabeza o su cabello cuando encontraba a Roier triste.
Comenzó con un exfoliante, luego crema hidratante y termino con mascarillas y un montón de aceites para el rostro, dejando su piel suave y sin un solo grano a la vista, tras eso, las pecas de su cara comenzaron a ser más notorias.
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Você || GUAPODUO
Fanfiction"Lentamente yo me enamoré de ti" ♡- THREE-SHOT ♡- C! no CC! ♡- De fan para fans :)