familia... disfuncional

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Señor Fazbear, un hombre de unos 50 años, estaba llegando a la pizzería en su auto mientras tomaba un poco de café. Tenía una pequeña sonrisa en el rostro ya que había tenido una maravillosa noche. Su esposa lo había mandado a dormir a la habitación de invitados y pudo descansar durante 8 horas seguidas sin interrupciones.

Bajó del auto y se dirigió a la puerta principal. Miró a través del cristal y parecía estar tranquilo... ¿¡parecía tranquilo!? Todas las alarmas del hombre se activaron y su buen humor desapareció. Entró al local, con los ojos vigilantes, intentando localizar a algún empleado o al personal ansioso, pero solo reinaba el silencio.

—Oh Dios, por favor dime que no se han matado entre ellos —murmuró Fazbear, avanzando por los pasillos silenciosos—. ¿¡Hola!? —gritó, esperando una respuesta.

Por suerte, recibió una respuesta. Desde la sala de descanso apareció el gerente Scott Bishop.

—Ah, ¡jefe! Qué bueno que llegas —dijo Scott mientras miraba a su alrededor.

—¿Qué ha pasado ahora? ¿Qué han hecho Afton y Emily? —Fue directo al grano.

—Bueno, empezaron a pelear y a lanzarse cosas, ya sabes, lo típico. Esto provocó que uno de los empleados ansiosos tuviera una crisis —explicó a grandes rasgos.

—¿Y dónde están ahora?—

—En el taller. No tengo idea si han dejado de pelear. Estoy ocupado con los empleados—

Fazbear asintió y se dirigió al taller. Abrió la puerta metálica en silencio, escaneando el desastre en el interior: herramientas y piezas metálicas esparcidas por todas partes. Finalmente, notó a Henry y a William en un rincón. Henry estaba en el suelo y William sostenía un caño en las manos. El caño estaba algo doblado, seguramente William ya había golpeado a Henry anteriormente. Fazbear suspiró y se acercó a ellos (aunque desconfiaba un poco del juicio de William).

—Caballeros, ¿qué está pasando? —habló en un tono firme, causando que los involucrados se volvieran hacia él.

—¡Me estaba mirando! —gritó William, dejando el caño apoyado en la pared.

—¡Ni siquiera me acerqué a él! ¡Está alucinando! —protestó Henry mientras se levantaba del suelo, cojeando un poco.

Queridos visitantes, les presentamos una visión de la vida cotidiana en Fazbear Entertainment. Desde que aquellos dos hombres dejaron de ser amigos hace más de 10 años, todo se ha vuelto un caos. Gritan, se golpean, arrojan cosas y contaminan el ambiente de este lugar. Llegamos al punto en el que a todos les parece extraño si no están peleando, porque así es como funciona su "familia laboral".

Para el señor Fazbear, esto resulta molesto. Parecería un chiste que cada vez que intenta contratar a alguien, siempre dice: "¡Somos como una familia!", solo para que detrás de ellos aparezcan Henry y William golpeándose.

Se nota cuando Dios no te quiere ¿Verdad?

Fazbear los tiene que soportar todos los días, cada segundo, ¿¡Hasta en los fines de semana!?

Bueno, supongo que esto es una familia. ¿Así son las "familias laborales"? Pues para esto me largo de la idea de trabajar.

¡somos como una familia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora