todos Jeon ㅡ KOOKGI

52

Esa mañana, Yoongi se despertó como de costumbre. Temprano, listo para iniciar el día.

Un día importante.

Puso la cafetera, sacó al perro al jardín trasero y recibió la correspondencia.

Dejó los paquetes en la entrada. No eran suyos, entonces que los dueños, fueran por ellos.
Leyó los sobres de diferentes servicios y los llevó a la mesa, ignorando lo que decían.

—Uh, creo que ya los dejé dormir mucho.—dijo luego de mirar la hora en el reloj.

Subió de nuevo a la planta alta. Primero fue con su pequeño Minho. Lo sacó de su cuna, dejándolo en el suelo.
—Al baño, nada de no ir, ¿me escuchaste?—le dijo.

—Sí, papi.—habló el niño, corriendo fuera de su habitación.
Yoongi fue detrás de él, asegurándose de que Minho fuera al baño.

Tomó aire y abrió la primera recámara a su paso.

—¡ARRIBA, IMBÉCILES!, ¡YA AMANECIÓ!—gritó.

Sus trillizos comenzaron a quejarse y moverse en sus camas.

—¡Papá!

—¡Nada de papá!, es de día. ¡Hoy es el día!

Los dejó con la puerta abierta y fue a la siguiente habitación.

—¡Mina, ya amaneció!—gritó.

—¡Papi, es muy temprano aún!

—Se hará tarde si no te levantas ahora, niña. Y yo no pienso atrasarme hoy, por culpa tuya.

La dejó también y pasó con Minhyun.
Entró sin borrar su gran sonrisa.

—¡Ya amaneció, mi príncipe!—habló fuerte, tocándole el hombro para despertarlo.
Minhyun frunció el ceño, cubriéndose la cara con la cobija.

—¡Aún no!, deja dormir.

—Nada de dormir. Son las siete de la mañana.

—Pero tenemos tiempo.

—¡En poquito se hace tarde!—cruzó los brazos.—Tienes cosas que hacer antes, ¿recuerdas?

Minhyun se descubrió el rostro y miró a su padre.
—¡Pero es temprano!

—Shh, nada de contradecirme, porque soy capaz de mandarte a estudiar otros cuatro años más, Jeon.

Yoongi lo dejó antes de que le dijera algo.
Pasó a su recámara, entrando como de costumbre, yendo hasta su espejo, para verse el rostro.

—Hoy será un hermoso día.

—Cállate y deja dormir.

Yoon volteó a ver a su marido. Jungkook en la cama, durmiendo.

—Despierta ya, idiota. Quedaste muy amable y formal, en pasar por mis padres a la estación de tren, ¿recuerdas?

—Lo haré. Más tarde.

—¡Jeon, tu hijo se gradua hoy!

—Lo hará hasta tarde, Yoongi...—buscó la almohada del pálido para abrazarla.—Así que ven a dormir conmigo.

Estiró el brazo, llamándolo. Yoongi, fue hasta él, con pereza.
Pero en lugar de tomar la mano de Jungkook, tiró de la manta y lo destapó por completo.

—Es hora de levantarse. Vas a ir por mis padres y después por nuestros atuendos. Pedí uno para Minho, así que debes revisar que venga en la talla correcta.

—¿Por qué eres tan insoportable?—gruñó Jungkook, sentándose en la cama, frotándose los ojos.

—Sí, sí, luego me dices eso. Ahora, levántate y haz la cama.