Único.

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 Stop!. Esta historia contiene escenas sexuales explicitas, no apto para público menor de edad, también si te desagrada, incomoda u otro. Ignora esto y no lo leas.

Jake nunca fue alguien a quien le gustara estar enjaulado

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Jake nunca fue alguien a quien le gustara estar enjaulado. Quería pensar en sí mismo tan libre como un pájaro y porque nunca había considerado aparearse con alguien si eso significaba perder su libertad.

Eso fue hasta que conoció a Park Sunghoon.

Este hombre tenía una postura dura, ojos agudos y presencia dominante que delataban su condición de alfa.

Él es la línea de sangre del lobo más puro. En esta sociedad, donde estos alfa pueden convertirse en lobos y ese lobo es Sungmin.

Los alfas eran los individuos de alto rango, mientras que los omegas eran la posición más baja. Los lobos, sin embargo, siempre fueron más altos que los alfas.

Eran posesivos, imbéciles tradicionales que actuaban como si fueran los mejores. Y Jake, que no era un omega habitual, lo odiaba. Odiaba ser visto como un hombre frágil que nació para ser ama de casa. Odiaba que todos vieran su dinámica y pensaran que era solo un juguete sexual que solo servía para dar placer y ser criado.

Imagínense su sorpresa cuando Sunghoon era cualquier cosa menos un alfa tradicional. Por supuesto, podría ser un bastardo total con su actitud de "Soy mejor que tú".

También era muy grosero y directo, y un gran idiota antisocial que amaba el sarcasmo y los chistes de mierda. Pero nunca un alfa posesivo o repugnante que piensa que el único propósito de los omegas era tener cachorros.

No, Jake perdió la cuenta de cuántas veces Sunghoon dijo que la dinámica era una mierda y que la forma en que se organizaba la sociedad no tenía mucho sentido.

Y aquí está Jake. Un anillo en su dedo de boda y un mordisco en su cuello. Un omega acotado. Vinculado a un alfa, el tipo más salvaje de alfas. Su marido, su amante, su mejor amigo, su alfa. El que realmente estaba en su celo en ese segundo.

Jake llevó el auto al garaje y en el momento en que salió, pudo oler el aroma familiar que tanto amaba. La fragancia familiar del té negro y la madera mojada y el sudor. Sabía, incluso antes de abrir la puerta, que el celo de su alfa llegó antes.

Con entusiasmo, Jake cerró el auto y fue a la puerta, respirando profundamente antes de que pudiera abrirla y ser sofocado por el olor que exigía sumisión.

Han pasado años juntos y todavía se sentía abrumado por el poder que el fuerte aroma tenía sobre él. Su vínculo de unión tembló y Jake sintió un escalofrío calentando su cuerpo, preparándose para complacer a su pareja. Y en el momento en que entró en la casa, Sunghoon supo que estaba allí.

El hombre de cabello rubio estaba sentado en el sofá negro de cuero, con el ceño fruncido y un ligero rubor rosado sobre sus mejillas. Estaba tenso y todo su cuerpo parecía una roca, silencioso y amenazante.

せ ₍N₎eed.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora