capítulo cinco

215 28 6
                                    

🕷

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🕷

▪︎ ———— ▪︎
🕸

Otra maldita rutina nueva. Hago los primeros pasos y salgo a la calle. Donde me encuentro con ¡oh, wow, es Miles...!, ugh...

— Sube, linda. — Han pasado varias días desde que conoci a este chico, creo que meses u años, perdí la cuenta. Sé que su cumpleaños número dieciocho ya pasó, ya que lo pase con él. En un principio Creí que éramos compañeros de trabajo, o amigos que se ven una vez cada décadas. Pero no, él es tan inmaduro.

— Sabes que no lo haré. — Cambie mi dirección, dándole la espalda al de trenzas.

— ¿Es por qué voy muy rápido?, ¿O por mi cabello? — Me preguntaba alzando la voz para que lo escuchara ya que me estaba alejando demasiado.

Lo ignore nuevamente, ambos estábamos con ropa... normal. Y ya tenia las suficientes cosas como para salir a robar y los niños ya no salían a la calle. Así que no tenia opción más que caminar y perder el tiempo. Se escucha a lo lejos como una moto se encendía y se alejaba. Me sentí aliviada, pensé que Miles se había ido, por fin.

Luego escuché pasos aproximarse y una respiración agitada. Diablos.

— Oye... Vas muy rápido, espera. — toco mi hombro para que parara mi caminar, eso hice. Nos hemos vuelto bastante unidos, fuera del trabajo por sobretodo. Hablamos por mensaje y en algunas ocasiones robabamos juntos.

— ¿Por qué me sigues? — Le pregunté más directamente, me gusta molestarlo de esta manera, se que no me responderá o inventara una excusa tonta.

Se quedó callado mientras se recuperaba, se enderezó y me miró a los ojos, de nuevo con esa mirada tan amenazante. Lo miré incrédula, sin saber que hacer, un... medio niño tratando de seducirme, genial. (Sarcasmo).

— Hola... — Me dijo aún serio, no pude evitar sonreír. Se veía ridículo. Quizás si fuera una chica de su edad estaría derritiéndome en este momento, lástima que no lo soy.

Tome su mentón con mi mano izquierda y rei bajo.

— Conmigo no funciona. — Le dediqué una sonrisa y seguí caminando.

Él se quedó un rato atrás, hasta que se puso rápidamente a caminar a mi lado.

— No es justo _____... — Me dijo, otra vez haciendo pucheros de niño pequeño.

— ¿Qué cos‐..? — Antes de terminar mi oración, un portal se hizo presente justo en frente de nosotros. Miles se puso delante mío, así como si me fuera a defender. Yo rei ante esto, se supone que nosotros somos los malos, ¿a que le deberíamos temer?

— Tú. — Un hombre alto y fornido salio del portal. Oh ohh..

— ¿Quién es este? — Me pregunto Miles.

𝗧𝗵𝗲 𝗕𝗶𝘁𝗲 ᵐⁱᵍᵘᵉˡ ᵒ'ʰᵃʳᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora