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                                                                                                                                         Domingo, 16 de julio de 2023


Llevaba dos días encerrada en mi cuarto, sin teléfono móvil, sin apenas comida, y para ir al baño, lo hacía escoltada por mi tío y mi primo, por si se me ocurría escaparme.

No podía creer lo que me estaba haciendo mi madre.

No podía creer que hubiese caído en esta trampa.

Y mucho menos, podía creer que esto estuviera sucediendo.

Acerqué mi cara a la puerta y pegué la oreja para enterarme de lo que estaba pasando. Podía oír a mi madre hablar afuera con mi tía, organizando mi supuesta boda.

—Puede ser mañana.

—Mi hija no querrá. Le dije ayer que sería el próximo fin de semana.

—Ahmed ya lo tiene todo preparado con los padres de Hakim. Además, mi hermano habló del fin de semana, no de mañana.

—Pero hay que darle tiempo a Aisha para que se calme y acepte por las buenas.

—Es una buena oportunidad para tu hija. En España, seguramente llevará una vida muy liberal y aquí aprenderá a ser una buena esposa, madre y ama de casa. —Puse los ojos en blanco ante las palabras de mi tía—. No creo que quieras que le pase lo mismo que te pasó a ti en Melilla con aquel hombre.

Mi madre no contestó.

Mi enfado y mis ganas de llorar iban en aumento según pasaban los días. No creo que resistiera así mucho más tiempo.

Tampoco sabía nada de Zaida. Seguramente, me habría tomado el pelo cuando dijo que quería ayudarme. Pensar en eso, me derrumbaba todavía más.

Volví a pegar la oreja a la puerta cuando oí una nueva voz.

—¿Cómo está Aisha? ¿Más tranquila? —Era mi tío.

—Ya no grita, pero yo creo que sería mejor tratar de convencerla por las buenas —dijo mi madre.

—Ya ves cómo te ha ido por las buenas —replicó él.

—Fátima tiene razón. Deberíamos hablar con ella y explicarle cómo son las cosas aquí.

—Sí, Amira tiene razón —secundó mi madre en un tono conciliador.

Ya no estaba segura de querer seguir escuchando la conversación.

—¿Está preparada la novia? Mis padres necesitan saber cuándo podrá ser la boda.

¿Ese era...?

—Hakim, dile a tus padres que en esta semana quedará todo solucionado —sentenció el patriarca de la casa.

¿Esta semana? Ni muerta me casaría con ese hombre ni con ninguno con el que me obligasen.



AishaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora