Sus ojos estaban totalmente cerrados, mientras disfrutaba de su soledad en aquella rama del árbol más apartado de la multitud, su única compañía era el viento y la llovizna que se estaba haciendo presente con ligeras y pocas gotas de agua. En realidad no le importaba mojarse en lo absoluto, le daba igual.
Su espalda se encontraba recostada del tronco y el solo tenía las piernas cruzadas y extendidas con sus brazos a sus costados, sumido totalmente en sus pensamientos traicioneros. Odiaba sobrepensar las cosas una y otra vez, ya que no lograba absolutamente nada, pero le era imposible no hacerlo cuando su maldita consciencia le estaba jugando sucio de manera progresiva, reproduciendo ilimitadamente en su cabeza la imagen de su único amor besando a alguien más que claramente no era el.
Aborrecía aquella sensación tan inmunda que sentía, en la cual sufría abruptamente de solo imaginarse a Naruto con Hinata. Se maldecía una y mil veces por ser un idiota incapaz de alejar cualquier tipo de sentimiento ajeno a la amistad por su mejor amigo. Sabía que todo era un error, que su amor nunca sería correspondido, pero aún así su corazón parecía ser masoquista, porque no dejaba de latir con fuerza y euforia por aquel rubio de ojos azules que le gustaba tanto.
Había pasado demasiados años enamorado de ese cabeza hueca intentando reprimir sus sentimientos para evitarse heridas profundas con el pasar del tiempo, pero jamás fué capaz de dejar de sentir aquello por Naruto y se preguntaba el porqué ¿Por qué se esmeraba en sufrir? ¿Por qué simplemente no olvidarlo y ya? Por lo visto eso no era muy fácil.
Siempre supo que estar enamorado de ese idiota iba a ser un problema y la respuesta a eso era bastante simple, el dobe nunca se interesaría en el de otra manera más que un amigo, a Naruto no le gustaban los hombres, eso era obvio y si le llegaran a gustar, el sería el último chico en el cual se fijaría.
Pero el estar seguro de eso, no significaba que el sufrimiento era menos, al contrario, era mucho peor porque se martilizaba a si mismo para apartar ese absurdo enamoramiento y evitar el dolor y al no lograrlo, se sentía como todo un imbécil.
Las palabras del rubio lo dañaban y dolían como mil dagas clavándose en su pecho, porque aunque este no lo hiciera con mala intención, cada que mencionaba alguna referencia fraternal sobre ellos, percibía una aflicción profunda recorriendo todo su ser hasta impactar contra su corazón quebrándolo sin pudor. Y esto era igual cuando observaba a Naruto con Hinata o cuando este dejaba en claro indirectamente que no sentía nada más por el más que una sencilla amistad cualquiera.
Era horrible, ya no podía soportarlo más, llevaba años ocultando y aguantando el dolor causado por su padecimiento que en cualquier momento iba a colapsar. El no era de llorar, pero si seguía así acabaría rompiendo en llanto y era lo menos que quería.
Su dilema mental se vió interrumpido cuando se dispuso a enfocarse en las leves gotas de lluvia que empapaban su cuerpo. Hasta el ambiente era apto para la depresión.
Notaba como poco a poco su ropa se humedecía al igual que su piel descubierta y su cabello azabache, por alguna razón, aquella escena le hacía sentir que aunque sea el cielo compadecía su tormento y se lo demostraba con la dichosa llovizna melancolica. Sonaba ridículo, pero cierto.
Abrió sus párpados levantando su rostro para observar las grises nubes y sintió como algunas gotas entraban en sus ojos humedeciendolos.
Su semblante no expresaba dolor o tristeza, no era una persona de muchos gestos, por lo que su neutralidad se notaba a kilómetros de distancia, pero tal vez la pesadumbre se apreciaba si alguien conocido lo observaba fijamente a sus iris oscuros.
Seguía sobrepensando sin llegar a ningúna conclusión aparente, al tiempo que se cuestionaba una y otra vez que podría hacer para dejar de sufrir por aquel chico hiperactivo que tanto amaba.
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Amor Correspondido (Narusasu One-shot)
FanfictionSasuke tiene planeado irse de la aldea, no por poder, no por sed de venganza, si no por algo que desde su punto de vista era patético, pero debía recordar que era un ser humano y el no ser correspondido le carcomía por dentro, por lo que para deshac...