Única parte

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En cuanto Harry entró, ya estaba poniendo los ojos en blanco y deseando poder salir. Sabía que hoy compartiría turno con Louis, pero eso no significaba que su temor hubiera disminuido.

Le había rogado al dueño de la tienda, Mitch, que le dejara cambiar con Niall. Mitch lo había rechazado porque Niall tenía cita con el dentista. Por lo general, Mitch era lo suficientemente inteligente como para separar a Louis y Harry, pero días como ese seguían apareciendo en el calendario de vez en cuando.

Harry tenía que aguantarse y lidiar con ello en lugar de lloriquear como un bebé, eso era lo que se había dicho a sí mismo. Sin embargo, no estaba preparado para ver al arrogante alfa ya en acción, sonriéndole a un cliente mientras guiaba la mano del tipo por las cuerdas de un violín.

"Este es el diapasón y detrás está el mástil".

"¿El mástil?" El cliente soltó una risita mientras batía las pestañas hacia el alfa. Harry sintió que se le revolvía el estómago mientras intentaba no mirar a la pareja de la esquina.

"Sí", dijo Louis, con un tono más grave mientras sonreía como un lobo al cliente. "La gente se confunde porque el mástil y el diapasón son dos piezas diferentes. El mástil, aquí, hay que agarrarlo con cuidado".

No pasó por alto el sutil roce de la palma de la mano de Louis sobre el cuello del cliente mientras le ayudaba a colocar el violín bajo la barbilla del tipo.

El omega apretó los dientes, asegurándose de golpear el teclado del ordenador de la tienda más fuerte de lo necesario, dejando que el molesto tintineo llenara la tienda para anunciar su presencia. Louis, sin embargo, no levantó la vista ni una sola vez mientras susurraba al oído del cliente, haciendo que el tipo se sonrojara.

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"Afinaste mal su violín".

Después de que el cliente saliera de la tienda con su nuevo violín guardado en un estuche amarillo brillante, Harry se enfrentó a Louis.

El alfa se limitó a tararear, dejándose caer en el sofá junto a una hilera de violonchelos. "¿Lo hice? ¿Tienes pruebas?"

"¡Te he visto girar las clavijas más de lo debido!". El omega se cruzó de brazos y miró con desprecio al alfa mientras separaba los muslos y el hombre antes de poner una revista en su regazo.

"No hay nada malo en bajar un poco el tono". dijo el alfa con desdén mientras empezaba a hojear Rolling Stone.

De repente, Harry deseó haberse tomado otro expreso esta mañana. Necesitaba más energía si quería discutir con Louis.

"Quieres que vuelva, ¿verdad? Por eso afinaste mal su violín a propósito".

El alfa parecía ignorarlo descaradamente mientras se reía por lo bajo de la revista.

"Eh, mira esto, Harold". Louis levantó la revista para mostrar una página brillante de Lil Nas X vestido con un body de purpurina dorada. "Estarías guapísima con esto. Tienes piernas para ello".

Harry no pudo evitar enrojecer de rabia. Se acercó al mostrador y le arrebató la revista a Louis. "Mitch dice que te toca pulir el clarinete. Será mejor que termines antes de cerrar".

Louis suspiró y dejó caer la cabeza contra el sofá. "¿Es que un hombre no sabe bromear?"

Harry agarró la revista con la mano. "No quiero quedarme horas extras porque no haces tus tareas".

"Relájate, cariño. Yo me encargo". Louis gimió mientras cerraba los ojos. Probablemente ya estaba empezando una siesta en mitad de su turno.

Harry quería despertar al alfa a bofetadas, preferiblemente con la revista Rolling Stone enrollada en la mano, pero sonaban las campanas de la tienda y tenía que atender a un cliente. Mientras tanto, miraba fijamente al alfa dormido en el sofá.

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