Historias Sobrenaturales N*1: "El perro de mi vecino"

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Aviso:

Esta historia será dividida en muchas partes.

Tendrá "mucho" romance, pero nada que los menores no podáis leer.

Atentos a los mensajes subliminales. ;)

Parte 1:

Tenia 18 años. Era la noche de San Juan.

Estábamos el grupo de siempre alrededor de la hoguera tradicional de esa noche.

Ese día habíamos recogido la leña y las hojas de palmera para montarla, las chicas cogimos los materiales para hacer el muñeco de quema y conversamos..

Mi vecino. El morenazo de mi vecino, había llegado de Suiza en ese día.

Y como buenas adolescentes que somos, lo estabamos comentando...

Yo solo escuchaba, dado a que si yo hablaba de él, siendo él mi vecino habría una caza de brujas esta noche, y no me apetecía correr.

Parte 2:

Rick vino allí al cabo de un rato, todas estaban tan asaltadas que no se fijaron que le había echado petardos al muñeco.

(Como me lo habían pedido lo chicos)

Me giré al verlo después, me saludó con la cabeza de forma casual y yo lo imité.

Es el resumen a la frase: "cuanto tiempo"

Las chicas me miraron, luego a Él y de vuelta a mí. Cuando Él no miró, una se puso a mi lado para hacerme preguntas sobre él que yo como amiga contesté.

Las preguntas aumentaron de incomodidad hasta que estalló la bomba:

-¡A ti te gusta!

Me la quedé mirando, pero todas ya se hicieron esa idea y no hay manera de quitársela de la cabeza o negarlo.

Es que solo hay que verlo ¿a quién NO le parecería atractivo?.

Lo miré, estaba mirando hacia aquí. Me ardieron las mejillas.

-Bajad la voz panda de escandalosas, os está mirando...

Error de novata.

Todas gritaron.

Soy chica, tengo su edad pero que hagan eso es incomprensible para mí.

Parte 3:

Llegó la noche, encendimos la hoguera prendiendo fuego al muñeco.

Los chicos trageron bebidas, las sardinas, la carne y el hielo, mucho hielo. Nosotras la música, los platos, los vasos y la comida.

Poco después de poner la mesa, Rick se me acercó.

-Hola, no venias a saludarme y tengo que venir yo...

- Eso no es verdad! Sí, te saludé y tu me saludaste.. Lo recuerdo porque armaron un escándalo.

-Cierto, ya recuerdo.. Porqué gritabais?

Mas correcto sería por quién, pensé.

Solo dije: Yo no grité!

Y se rió, con las ideas de esas locas en la cabeza, me fasciné con su risa y yo misma me reí.
Aunque seguía sintiéndome algo incómoda, justo iba a abrir la boca cuando estallaron los petardos, di un salto del susto, ellas gritaron y Rick me acercó a él como si en vez de petardos hubiesen sonado tiros.

Historias Cortas Escritas En Un Grupo Del Whap (#wattys2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora