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El albino más alto quedó atónito ante las palabras de su pareja.
- ¿Que nosotros que...? - Preguntó el de cicatrices, sólo quería pensar que era una mala pesadilla.
- Que ahora somos padres... Yupi... - Dijo con más temor abrazando a Muichiro con más fuerza.
- ¡Yupi! - Exclamó Muichiro.
- Muichiro, querido, no es momento de eso...
El albino sólo suspiró con fuerza y seguido de esto se dio un Face-palm.
- Obanai... ¿Que mierda acabas de hacer? Quiero una explicación AHORA.
- ... Bueno... Yo... Le estoy haciendo un pequeño favor a Yuichiro...-
- Espera... ¿El pendejo de Yuichiro estuvo aquí? - Preguntó más enojado que antes.
- ... Si... -
- ¿Neta? ¡Obanai, no me puedo ir unos días sin que hagas una estupidez! ¡La anterior vez asaltaste un MC Donald's! Putamadre contigo Obanai.
- ¡H-hey! Hacer un favor no es una recorchilada, ¿Acaso te olvidas de quien era quien te ayudaba a cuidar a Genya cuando estabas en la prepa? Sabes que detesto sacarte eso en cara, pero YO fui quién te ayudó cuando más lo necesitaste, así que no me juzgues por hacer un simple favor. - Replicó Obanai enojado.
- Espera... ¿Dijiste "recorchilada"...?
- El wawa está presente, no voy a decir ese tipo de cosas en frente de él - Dijo dándole un pequeño beso en la cabeza a Muichiro.
- Carajo... Volviendo al tema, son situaciones distintas, no puedes compararlas...
- ¿Situaciones distintas? Ambos cuidaron a su hermano pequeño desde corta edad e incluso trabajaron para poder cuidarlos, ¿Te parece distinto? Me parece despreciable de tu parte, no eres capaz de darle la mano a alguien cuando lo necesita, pensé que eras diferente - Si, definitivamente, Obanai lo estaba manipulando, sabía que aunque le llorara, Sanemi no aceptaría a Muichiro, tocaba manipular.
- Ah... Cariño, yo... Carajo...
- No, Shinazugawa, no eres la misma persona de la cual me enamoré... - Llamarlo por su apellido era la gota que derramaba el vaso.
- AHG, mierda... Si, si, quédate con el escuincle ese, no volveré a detener tus idioteces.
- ¡Yupi! - Empezó a brincar en la cama el más pequeño.
- Awww, me recuerda a Genya cuando estaba pequeño, y pensar que ahora está en la universidad... - Suspiró nostálgico el de ojos bicolores - Recorcholis, Sanemi hijo de la mandarina, no me saludaste hijo de las centellas.
- Ah... Hola - El albino se cruzó de brazos y desvió la mirada.
