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Miradas furtivas

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Miradas furtivas.
Capítulo I: La decisión

—¡Estás completamente loca, Dione! ¿¡Mudarte a Canadá?!— el grito enfurecido de mi madre hizo que alejara el celular de mi oreja. —¡Ni siquiera sabes andar correctamente por Nueva York sin perderte y planeas mudarte a otro país!

—Mamá, sé que suena muy descabellado, incluso para mí. Pero, el señor Higgins me acaba de ofrecer ser la Chef ejecutiva de el nuevo hotel que abrió en Toronto. ¡No podía dejar pasar la oportunidad! Sabes bien que es un paso más a poder ahorrar el suficiente dinero para abrir mi propio restaurante.

Desde que tenía memoria, mi padre se había encargado de heredarme un amor incondicional a la cocina. Amaba el poder experimentar, crear y probar nuevos sabores. Crecí rodeada de vegetales, condimentos y cuchillos. Mi padre era uno de los mejores chefs de toda la gran manzana, y de la mano de su mejor amigo, Sean, abrieron lujosos hoteles por toda la ciudad. Lamentablemente, hace dos años Sean y mi padre murieron en un accidente automovilístico, y como el tío Sean decidió no tener familia, automáticamente los tres hoteles y los restaurantes pasaron a manos de mi made y mi hermana mayor: Claire.

Ellas siempre serán el prototipo de mujer que yo aspiro a ser, son valientes, decididas y aventureras. Ambas, al fallecer mi padre fueron mi mayor apoyo. Durante ese tiempo tuve una severa depresión, durante dos semanas estuve encerrada en mi habitación llorando a mares, no comía, solo lloraba y me dormía, y así logré bajar 5 kilos, obviamente, mi madre al percatarse de mi estado me obligó a salir de mi cama, ducharme y llevarme al psicólogo.

"—Señora Ross, después de estar evaluando a la señorita Dione, considero que después de este suceso tan tráumente para toda su familia, y Dione al ser más apegada a su padre resintió aún más este golpe, lo que causó en ella una profunda depresión.— el señor regordete miraba algunas hojas, mientras que mi madre que me tenía tomada de la mano apretó su agarre en un intento de apoyo.

—Claramente aún necesito más sesiones para estar cien por ciento seguro—. Aclaró mientas se acomodaba mejor sus anteojos y veía a mi madre con un una expresión sumamente profesional.

—¿M-mi hija estará bien?— Bianca, mi madre titubeando por fin pudo liberar su duda, mientras su voz se quebraba un poco.

—Claro que sí, señora Ross, ese es mi trabajo...—el doctor Calum empezó a escribir en un trozo de papel— El principal tratamiento y el que presenta más tazas de éxito son las terapias conversacionales y en este caso las acompañaremos con una serie de antidepresivos..."

Solté un suspiro mientras tomaba asiento en una pequeña mesa de una cafetería, me encantaba el café y los panqueques de esta cafetería. El café con su aroma característico acompañado de una crema de vainilla hacían una explosión de sabores en mi boca, y como olvidar los deliciosos panqueques de chocolate, tenían la cantidad exacta de levadura para hacerlos aún más esponjosos.

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2023 ⏰

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