historias cortas de los personajes de Tokyo revengers
El manga de Tokyo revengers le pertenece a Ken Wakui, y las ilustraciones que aparecen son obras de sus perspectivos autores.
~la historia se sitúa en un mundo alternativo, donde nadie ha muerto, en la época actual las manadas aún existen y gobiernan centralmente en una ciudad y pueden tener algunos pueblos bajo su protección*
*Takemichi Hanagaki era un Omega que vivía en lo profundo del bosque, desde pequeño perdió a su padre de una rara enfermedad y su madre lo abandono cuando tenía 15 años, aunque tubo que enfrentar muchos problemas, la gente de un pequeño pueblo llamado celeste donde gobernaba la manada Tokyo manji gang; las personas lo ayudaban en lo que podían, además no vivía a costa de los demás, aprendió herbolaria, así recolectaba plantas raras de lo profundo del bosque y le pagaban muy bien por eso, ya que nadie quería entrar en el bosque maldito, debido a sus criaturas mágicas, curiosamente el aroma que desprendía takemichi le gustaba mucho a la mayoría de la criaturas por lo que nunca lo atacaron...Un día cuando recolectaba algunas plantas al lado del río se encontró un joven viajero...*
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*El joven era un alfa, el alfa más hermoso que había visto, era delgado con el cabello negro y largo, ojos negros pero no su mirada reflejaba tristeza y soledad; el joven se encontraba acostado a un lado del río, por la posición parecía estar descansando, a un lado de el se encontraba algunas cáscaras y huesos de frutas y su mirada estába dirigida al cielo pero sin un punto en específico, lo primero que pensó takemichi es que tal vez se sentía mal, se acercó al joven alfa para preguntarle si tenía un dolor en específico así podría darle un remedio natural pero de pronto empezó a percibir un olor muy agradable...*
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*Café... Su lobo interior estaba muy feliz, ¿Acaso ese hermoso alfa era su destinado? ...de pronto el joven lo miro rápidamente sorpresa, takemichi se estremeció y el joven se paró rápidamente lo examinó lentamente de pies a cabeza, sus ojos qué no reflejaban ninguna emoción pronto cobraron vida, el joven se acercó a Takemichi lentamente para no asustarlo, al quedar frente a frente sus miradas se conectaron nuevamente y ambos jóvenes sintieron una descarga eléctrica recorrer su cuerpo, fue hermosamente abrumador, sus lobos aullaban de alegría y deseaban oler sus glándulas de olor, el joven dio acceso a su glándula y takemichi se acercó y la olió...*
