Con El Pie Izquierdo

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¿Sabes? Estuve soñando tanto con este momento que no lo puedo creer.

Yo tampoco, ahora seremos felices para siempre y nada, nada nos separara nunca.

Si, felices para siempre.

Para siempre, esas eran las palabras que en la cabeza de Syaoran Li rondaban, irónicamente, estas palabras estaban en su cabeza llena de cabellos castaños y para "siempre" o eso creía, pero también siempre podía cambiar de opinión, o conocer a alguien que lo ayudara a esto.

Lentamente Li fue abriendo sus ojos, si, esta vez había podido llegar a su cama, estaba en ella, a donde Syaoran si no había llegado era a la clase de la universidad, después de que había dicho que solo saldría a comer. En una parte él tubo razón, comió un poco, acto seguido entró a un bar donde se podía beber a placer sin ser molestado por chicas o por música bailable y estrepitosa, el tiempo pasó tan rápido que cuando miró su reloj la clase a la que debía asistir había terminado hacía tres horas.

Suspiró.

Syaoran lentamente se fue desvistiendo mientras se metía a la ducha, bocado no estaba por ahí, seguramente estaría durmiendo o comiendo periódico que era lo que hacía cuando Syaoran se demoraba con su desayuno.

El dolor de cabeza de Syaoran era insoportable, eso y que se había metido a la ducha descalzo no ayudaba, ahora, había que agregar el detalle del agua helada, su calentador se estropeó y no había llamado al técnico, la ducha sería corta. Se metió tan rápido como pudo bajo el agua que amenazaba con causarle una pulmonía, rápidamente se enjabonó e igual de rápido estaba de vuelta bajo el chorro, enseguida termino salió de la ducha y salto hacía afuera del baño, tratando de huir del frío.

Ese día Syaoran iría a la casa del profesor Kinomoto y de Touya, no por motivos de visita precisamente, iba a conocer a la pequeña Sakura, aunque él sabía que no era pequeña, Syaoran no evito reír un poco...

—¿Cuánto me aguantaras? —Syaoran era fastidioso a su manera, pero igual cumplía su palabra.

Le había dicho a Touya que iría y así sería, conociendo los jóvenes de esos tiempos Syaoran sabía que la chiquilla Sakura esperaría un buenas tardes o un empecemos suave, pero ese no era Syaoran Li, con él las presentaciones estaban a un lado y mas cuando de enseñar matemáticas se trataba.

Él se vistió rápidamente, un Jean estaría bien , eso y una camisa azul, sobre una camiseta blanca, Syaoran se bestia por lo general en traje, pero no ese día, no quería que el profesor Kinomoto pensara que no solo se había vuelto amargado, sino también viejo.

—Bocado —llamó y abrió la puerta de su alcoba, no pasó un segundo antes de que su perro lo embistiera muy al estilo pedro pica-piedra y dino, solo que Syaoran no se cayó al suelo, él pudo sostener a su perro, quien por la manera de saludar a su amo debía estar hambriento.

—Ya voy bocado —dijo haciéndolo a un lado y dirigiéndose a la cocina donde guardaba la purina que le daba a su perro, rápidamente le sirvió en su tazón una gran cantidad esperando de esta manera que su perro lo dejara de molestar por lo menos ese día —Hoy voy a salir, me demoro, me voy por la tarde y regresó por la noche —Syaoran pensó lo que iba a decir —¿Por qué rayos te estoy hablando? —su perro lo miró como diciéndole que si le entendía, Syaoran pasó desapercibido eso.

Una vez encargado el asunto de su perro Syaoran se preparó un café bastante negro, eso sin duda alguna lo cargaría nuevamente y además lo ayudaría a recuperar el calor que la ducha le había quitado, no quiso preparar nada mas, temía que lo que comiera lo devolviera, aun estaba mareado.

Se retiró a la sala donde tomó el periódico y comenzó a leer, no vio nada interesante, entonces fue cuando se dio cuenta lo solo que estaba, ni un amigo, ni un pariente cercano, ni una novia... claro que pensar en novias era lo ultimo que quería Syaoran Li, la ultima no había resultado ser el prospecto de mujer.

꧁༒𝓜𝓲 𝓟𝓻𝓸𝓯𝓮𝓼𝓸𝓻 𝓔𝓼𝓽𝓪 𝓛𝓸𝓬𝓸, 𝓟𝓮𝓻𝓸 𝓛𝓸 𝓠𝓾𝓲𝓮𝓻𝓸༒꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora