Directo al punto

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Luego de llevar a momo al hospital para que traten su herida, cuando le confirmaron que todo estaba bien, se alivio y fue a visitar a su otra amiga, kendo itsuka para ponerle al día sobre lo relacionado al trabajo y lo ocurrido hace poco, llegando a la obvia conclusión de que algunas personas tenían algo en contra de el y momo, los motivos eran desconocidos por razones evidentes, así que cualquier intento de simplemente buscar una ruta pacifica de todo esto estaba descartado si ni siquiera recordaban a esas personas

Nuevamente el pecoso se disculpo con la pelinaranja por haber resultado lastimada por un problema que ahora confirmaba, estaba relacionado a el, ella le resto importancia a eso y informo que pronto volvería al trabajo, y tras un rato mas de conversación el volvió con momo, encontrándose con que ella ya se iba pocos minutos después de haber despertado y sido atendida 

"Es en serio, me siento bien, me iré a casa", dijo la azabache convencida de que esta herida no era razón para permanecer todo un día aquí, tenia cosas mas importantes que hacer, además de patrullar, ya que en estas condiciones no iba a continuar

"Yo te llevare a donde debas ir, después de lo ocurrido, no te dejare ir por tu cuenta, menos en tu estado", hablo izuku haciéndose notar, ella lo miro molesta, no comprendía a que se debía eso, "te desmayaste y te cargue hasta aquí", agrego 

Ella sabia que no podía ir en contra de eso, el shock por haber sido herida de esa forma todavía permanecía, seria mentira decir que no estaba asustada de que volviera a ocurrir, su yo anterior estaba acostumbrada a muchos tipos de combate, porque vivió victorias y derrotas que la llevaron hasta lo que se convirtió, teniendo una lucha reñida con su compañera ochako por ser la mejor en combate mano a mano, luego de vencerla, kendo itsuka fue el próximo objetivo y quedaron parejas, hasta que con mas practica, descubrió las formas de vencerla, lográndolo bastantes veces, según la descripción en su diario 

Pero ahora mismo, no era esa persona, que tan segura de si misma venció a oponentes formidables con su ingenio y experiencias, ahora solo era alguien que aprendió de esa fantasma, sabe todas sus técnicas, maneras de luchar, pero no poseía lo importante, la confianza en si misma, se sentía como un cascaron vacío...

Aquello que fue, no es mas que un sueño de lo que le gustaría volver a ser, pero con métodos diferentes

"Bien, entonces necesito que me lleves a mi hogar, tengo algo en mente que quiero decirle a mis padres, y pensándolo un poco, creo que si me conviene que estés presente también", ella decía con una cara seria, planeaba cerrar un tema que ha estado rondando en su mente, y desde la cafetería solo se había agrandado, era tiempo de poner un alto, "¿Y donde estabas?". 

"Fui a ver a kendo itsuka, ya sabes, mi compañera de trabajo", el respondió a la pregunta mientras le ayudaba a levantarse, con cuidado de no tocar su brazo herido, el veía como notablemente ella estaba algo mareada, reconociendo que hace unos momentos solo se hacia la fuerte, no diría nada al respecto

Al salir del hospital pidieron un taxi, y aunque parecía seguro, no iban muy confiados, por lo que a unas cuadras de la vivienda de la azabache, la misma pidió al conductor detenerse, para ir caminando durante lo que resta de camino, le pagaron y bajaron del auto para iniciar su caminata  por la acera sin dejar de estar alerta a cualquier posible acercamiento sospechoso

"Entonces, kendo..", hablo momo de repente, intrigada por algo, "¿Te gusta?", soltó sin mas

"¿Que?, no", izuku negó con seguridad, no sentía nada de ese tipo por la pelinaranja  

"¿Entonces porque tardaste tanto en volver?", hizo otra pregunta, intranquila por el tema

"Hablamos", respondió, confuso por el comportamiento de su amiga, con algo de confianza quiso jugarle una broma, esperando que no saliera mal, "¿Celosa?".

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