-"¡El duelo esta a punto de comenzar!" -. Exclamó una emocionada mujer alta de complexión atlética, piel bronceada, con una cabellera de un color y corte singular. Vestida con lo que antes era una camiseta blanca y un sostén deportivo, en su brazo izquierdo tenía varias piezas de metal unidas fungiendo como una armadura adherida a un extraño dispositivo qué atraía los metales a su alrededor y unos shorts cortos de color negro.
Dicha apariencia de la mujer solo seria descrita como algo sacado de las películas de Mad Máx, algo que no estaba alejado a la realidad debido a la situación en la que se encontraba actualmente Australia. Dicho país (al igual que el resto del mundo) había sido azotado con la Crisis Ómnica, un conflicto bélico en el que los Omnicos; unos androides autónomos infectados con un virus informático llamado "Dios", inicio una guerra contra los humanos.
Dicho conflicto había ocurrido hace 30 años atras y fue gracias a aquella guerra en contra de los Omnicos por la cual las Naciones Unidas decidieron crear el proyecto Overwatch. Un grupo conformado por lo mejor de cada país para hacerle frente a los grandes números que eran los androides, fue gracias a aquel grupo y sus honorables miembros junto con sus planes por la cual la Crisis Omnica había terminado, con el bando ganador siendo la humanidad.
Sin embargo... durante la guerra hubo una ofensiva por parte de las fuerzas Australianas en contra de un núcleo Omnium qué logró alterar todo el ecosistema del país; volviéndolo un páramo desértico radioactivo y los pocos sobrevivientes de aquel horrible suceso morían al poco tiempo después debido a la radiación.
El gobierno de Australia había dejado de existir aquel día y los habitantes qué quedaban morían lentamente por culpa de la radiación, los recursos escazeaban en dicho lugar y los que aun quedaban con vida se mataban unos a otros con tal de tener eso poco qué quedaba. No obstante hubo un rayo de esperanza para esa pobre gente, debido al trabajo y unión de un grupo de gente que habían decidido unirse y usar esos recursos para crear una ciudad... un lugar al cual llamar hogar.
Junkertown.
Creada sobre aquel el lugar en el que les había arrebatado todo... la antigua fabrica de Omnicos ahora era el símbolo de la esperanza de los Junker (como se llamaban). Un lugar decente, tomando en cuenta la situación en la que se encontraban día y noche los habitantes del páramo desertico, con reglas básicas y con un monarca como la máxima autoridad del lugar.
