A lo largo de las estaciones, hacemos comparaciones comunes con la situaciones que vivimos o se asemeje a lo que atravesamos.
Primavera, Verano, Otoño e Invierno.
Para Taehyung no había algo mejor que las últimas dos mencionadas, más la última que era su favorita, su cumpleaños era en esa estación, la navidad, las reuniones familiares, su aniversario y demás eventos importantes estaban ahí.
Pero en otoño?, Otoño también tenía lo suyo, el viento fresco avecinando una cambio de clima a uno frío, mes de terror, dicha época a su punto de vista hacía ver a varios lugares y zonas más hogareñas que de costumbre, dándole un tono poco lúgubre y nostálgico por el atardecer sin llegar a ser espeluznante.
Amaba regresar de la Universidad, estaba cursando el penúltimo semestre y caminando en esas fechas era lo que añoraba en su época estudiantil, siempre y cuando no tendría tanto frío, era friolento, no lo iba a negar el chico, pero eso no hacía que lo odiara, si le dieran a escoger entre el calor y el frío, escogería mil veces el frío.
Aunque antes no tenía porque preocuparse por el frío, Jungkook lo acompañaba e iban juntos a casa, sin embargo, el último mes había cambiado algo de lo que el desconocía, no era que no le preguntara y trataba de arreglarlo, sino que, cada que expresaba algo a Jungkook, no era más que causa de pelea entre ellos.
Suspiró un cansado Tae, tomó su mochila poniéndose su gabardina abrigada saliendo del salón de clases, el mismo portaba unos pantalones de vestir holgados color café y una camisa blanca remangada hasta los codos, los cuales tuvo que bajar y ocultar en su gabardina de un café más oscuro, no sin antes entregar su examen, no lo vió difícil, sólo estaba estresado, no quería llegar a casa y saber lo mismo de siempre.
Taehyung estudiaba medicina, siendo exactos para cirugía general, eso hacía que tuviera más ojeras que de costumbre y tuviera menos tiempo en sus últimos años, aún con ello, lo llevaba bien, le gustaba y amaba las prácticas que tenía en el Hospital Universitario de Inha, caya que tenía la reputación de ser un genio, y aún con las sonrisas hacía sus pacientes, no sabían lo destrozado que estaba por dentro.
Vagó por unos momentos antes de llegar a los casilleros, dejar dos libros y sólo tomar uno, después de todo, volvería al día siguiente por lo que le faltaba.
Avanzó con paso tranquilo y miro el exterior de la puerta principal del campus, miró hacia el cielo, notando como estaba nublado, su cabello se sacudía al compás del viento templado, su rostro notándose serio en un inicio, cambió en segundos volviéndolo una sonrisa cuadrada perfecta.
Salió sacando sus audífonos y colocándoselos segundos después, sacó su celular también, buscando en el reproductor de música, al no encontrar lo que buscaba, fue a la parte de artistas viendo por fin a Arctic Monkeys, poniendo "Stop The World I Wanna Get Off With You" guardando se celular después, caminó con más ánimo y al compás del ritmo se movía.
Así pasaron un par de más canciones en su trayecto llegando a su departamento compartido, entró al edificio viendo a Irene, quien trabajaba en la recepción y la consideraba amiga después de invitarla a tomar un café y descubriendo gustos en común, no era algo más que una amistad por casualidad, ya que ella estaba comprometida y se caían muy bien.
—¡Buenas tardes!— Entra saludando Tae con su brazo arriba haciendo un ademán de saludar.
Irene levantó la mirada, ya que ella estaba hablando por teléfono, se le veía enojada, al verlo sonrío tiernamente y lo saludó con la mano antes de regresar a fruncir su ceño y hablando duramente hacia el otro lado de la línea.
Tae siguió avanzando al elevador y entrar, tocó el botón del piso 15 y se cerraron las puertas, siguió disfrutando de la música mientras subía, no tardó mucho antes de llegar ahí y fue directamente a su puerta, sacó sus llaves y entró cerrando detrás de sí la puerta.
Avanzó por el pasillo oscuro prendiendo las luces, hasta llegar a la sala y ver trozos de papel regados por todo el lugar, alzó una ceja dirigiendo su vista hacia la mesa principal con sillones de piel negros tapizados de recortes también, con alguien protagonizando dicha escena.
Jungkook estaba con grandes ojeras, a diferencia de Tae, Jungkook tenía puesta una playera color negra con unos pans grises holgados, con mucha prisa se movía para poder terminar la maqueta de una ciudad, tenía puestos los edificios hechos en los tres sofás a espera de sólo pegarlos en la base.
Tae no pudo evitar sentir ternura al verlo y se acercó a un sillón con cuatro pequeños edificios sobre el, dejó de lado su mochila y estiró su mano para poder verlos más de cerca y preguntarle si quería ayuda, no alcanzó ni a tomar uno con sus manos ya que Jungkook violentamente lo tomó.
—Necesito acabar rápido, no toques, me quitas tiempo.— soltó secamente pegando el edificio, y frunciendo sus cejas mirándolo fríamente.
Tae solo le devolvió la mirada, sintiendo su corazón estrujarse al ver como lo veía, pero no hizo ningún gesto, su rostro se mantuvo serio, su postura fue más derecha y salió de la sala para ir a la cocina por agua y preparar su comida.
Jungkook por otro lado, él estaba en arquitectura, no era algo que adoraba, pero que sí lo ponía mal, nunca quiso esa carrera, y en cada oportunidad que tenía, culpaba a todos a su alrededor, tal vez ese era su defecto, sentirse el centro de todo.
Tae salió con un jugo en sus manos de la cocina viendo a Jungkook, sacó su teléfono y de sus labios salió una risa burlona, Jungkook clavó una filosa mirada mientras seguía pegando.
—¿Qué es tan gracioso?— dijo él parando lo que hacía volteando a ver los 5 edificios que le faltaba pegar.
—Que en 10 minutos inicia tu clase y sigues aquí— Respondió Tae burlón, la voz grave que poseía le dio un tono duro y a la vez firme mezclado con burla y una mirada retadora.
Los ojos de Jungkook se abrieron grandes, corrió a toda prisa a la recamara por sus tenis y mochila que había preparado una noche anterior, salió con una chamarra en el brazo mientras volvía a la sala a cargar su maqueta casi hecha, volteo a ver a Tae de reojo, ya que el se quedó parado y sólo lo veía con su jugo en la mano.
—¿No vas a ayudarme?— Dijo Jungkook con su voz debido a los nervios y ojos enojados suplicantes.
—Dices que sólo te estorbaré— Respondió Tae dándole la espalda entrando de nuevo en la cocina, —¡Prefiero no quitarte tiempo!— gritó desde ahí.
Jungkook soltó un bufido y tomó sus cosas cómo pudo, salió descuidado y azotando la puerta con él fuera, corrió hacia su coche, subió y se encaminó a toda prisa a la Universidad sintiendo el corazón salirse por su garganta por la adrenalina que lo atacaba sin chistar, la escuela a la que Jungkook iba era una diferente a la de Taehyung, se hacía treinta minutos llegar a ella, y eso sí no contaba el tráfico, en sus pensamientos reynaba: "estoy muerto".
Mineras tanto Taehyung, por octava vez comía sólo, era increíble que pudiera seguir con ese conteo, se preparó una pasta y carne asada.
Comía en silencio mientras tenía la mirada fija en su plato, observando cómo lo iba terminando de a poco, faltaba mucho tal vez para poder olvidar la última vez que comió junto con su novio, pero se sentía tan lejano que lo volviera a hacer, y tan nostálgico de sólo recordar.
Ya no sabía ni que pensar el joven al sentirse solo, ya no dolía cómo en un inicio, pero no podía acostumbrarse; sacó su teléfono, "15 de Junio de 2023" apareció en la pantalla, abrió la aplicación de contactos mientras buscaba el contacto de Jimin, tratando de buscar consuelo en presionar "Llamar".
Escuchó atentamente los pitidos, esperó y buzón, volvió a llamar y de nuevo buzón, soltó el teléfono frustrado dejándolo en la mesa, su tenedor estaba vacío cuando lo dirigió a su boca, hizo su vista hacía abajo y vió su plato por fin vacío, lo miró atentamente y pensamiento cruzó por su mente:
"Si todo lo que inicia tiene que terminar tarde o temprano, entonces debo acostumbrarme a el dolor del vacío".
W.J.
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𝐕𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐝𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 {𝐊𝐎𝐎𝐊𝐕}
RomanceEl amor es mucho para unos, poco para otros e inexistente para dos jóvenes, uno con su corazón entregado con devoción desde lo más profundo de su alma, el otro vacío, sin comprender la profundidad de una ilusión tan compleja cómo dicho sentimiento...