Único

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Las caderas le dolían horrores, con cuidado salió de la cama tomando su ropa interior y su bata rosa para cubrir su desnudes.

Después de encontrar sus pantunflas-una más lejos de la otra- miro a su esposo, dormia como un angelito después de la tremenda acomodada de intestinos que le dio anoche.

Con cuidado se inclino un poco moviendo el cabello que caía sobre la frente del moreno para dejar un beso notando una pequeña sonrisa por parte del mexicano.

Dejo abierta la puerta de la habitación para ver a su pequeña cachorra, Mayday dormia como tronco, al parecer fue buena idea darle un buen biberón de leche para que se quedar dormida, la tomo entre sus brazos para ir a la habitación de su hija mayor, Gabriela, la cachorra de Miguel que ahora era también suya.

Si bien cuando se conocieron Miguel le dio un poco de miedo también le dio la impresión de que era un hombre bastante serio por qué la vida así lo requirió.

Trabajo a su lado durante varios meses, donde noto que solo era un padre preocupado por su hija, por qué si, Miguel tenía una pequeña que estaba hospitalizada en aquellos años.

Se quedó a su lado incluso aún cuando al moreno no le agradaba mucho su presencia pero las constantes escapadas de Mayday le hacían amena la rutina diaria estuvo ahí incluso cuando Gabriela empeoró.

Se quedó a su lado cuando no le daban ninguna espectativa a qué mejorará la menor, sin embargo los inalcanzables esfuerzos de Miguel y él dieron frutos y la pequeña salió del hospital.

Ahora podía volver a jugar fútbol, jugar con Mayday y solo pensar en un mal recuerdo todo lo que vivieron.

Con el tiempo él y Miguel se acercaron, bastante a decir, más de lo que podría decir y fue así que comenzaron las citas, el cortejo, los besos, los abrazos, las salidas, el primer celo juntos y después de mucho la boda.

Ahora eran padres de dos pequeñas, bastante activas a decir, pero no cambiaría nada de su vida, trabajaba en los laboratorios de su esposo-que logro con su propio esfuerzo, le quería demostrar que era él mismo el que lograba los meritos y Miguel no podía estar más orgulloso de su Omega-.

Movió con cuidado a Gabriela para despertarla sonriendo un poco al ver su cabello alborotado como Mayday y Miguel, era viernes y  no tenían clases ni trabajo por lo que su esposo se ocupo de no dejarlo dormir hasta ya muy entrada la madrugada, dejo a Mayday con Gabi donde ambas se abrazaron aún dormidas, quizás se imaginaban que eran sus almohadas o peluches.

Dejo salir un bostezo y busco en el refrigerador algo de desayunar pero su mente solo maquilaba para servir cereal con leche o pan café-y leche para sus niñas- pero unos traviesos brazos lo abrazaron por su cintura y un mentón se apoyaba en su hombro.

--Buenos días cariño - saludo sintiendo la calidez de los brazos de Miguel--

--Dias-- respondió en español el más alto, Miguel adormilado solía hablar en su idioma natal además de ser muy cariñoso--

--Supongo que desayunaremos cereal o pan y café--miraba de reojo a su pareja quien solo asintió- tampoco quieres cocinar ehh --

--Me basta con lo que cene ayer-ya más despierto besaba la mejilla de su esposo para no soltarse de él aún cuando saco las cosas para el desayuno--

Más tarde la familia estaba reunida viendo películas en el sofá comiendo cuanta que comida chatarra quisieran sus pequeñas, un timbre de teléfono interrumpio en su tarde tranquila.

Salió de los brazos de su alfa para ir a contestar.

--¿Diga?--

--¿Es el número de Peter Parker?-- contestó una voz femenina--

Reunión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora