Capítulo I

170 16 5
                                    

Capítulo I.
El conejillo de indias.


Dormía en paz una mañana durante un día libre, una paz innegable, esto ya que Akko no había sido despertada por nada hasta ese momento. Bastó con pensarlo para que sucediera, como conejillo de indias que es, se atoró con una sustancia, poción, que Sucy le había vertido, aprovechando que en esa ocasión, como otras tantas, dormía con su boca semi abierta.

— ¿Se siente un picor? — preguntaba Sucy, quien estaba sentada en el escritorio, con esa mirada que Akko tanto temía. Casi lujuriosa, llena de emoción y a su vez tranquila. Era simplemente la cara de Sucy.

Mientras Akko intentaba recopilar lo que había sucedido, agarrando su garganta con una mano y tosiendo, una ayuda divina como aquellas que solo Lotte podía ofrecer llegó, un vaso de agua.

— Ten Akko — su mirada de compasión y pena hacía Akko cambió a una fulminante y des aprobatoria, incluso preocupada, hacía Sucy — te dije que no le dieras eso, ni siquiera sabes sus efectos.

— Por eso Akko es mi conejillo de indias — Sucy se volteó y siguió escribiendo en su libro que mantenía hace unos meses como una especie de bitácora de su conejillo de indias — jamás perfeccionaré esa poción si no hay nadie en quien probarla y, ya que Akko me debe una...

La Japonesa, recordando haber perdido una apuesta, aceptó su derrota mas pensaba quejarse hasta hastiar a Sucy. De cualquier forma dejaría eso para después, hasta ahora la poción no le había causado ningún malestar inmediato como los de las anteriores pociones; dolor de cabeza, vómito, cansancio, y el peor de todos fue: diarrea.

— Esta vez supongo que no me puedo quejar, no me siento mal...— Sucy la miró, abrió un poco, tan solo un poco, los ojos y se volteó inmediatamente para continuar escribiendo — bueno, chicas, creo que iré a ver a la maestra Chariot, quiero que me ayude con una tarea que definitivamente no entiendo — ninguna de sus amigas se volteó a verla, solo Lotte respondió con un 'está bien, suerte Akko'

Y antes de que Akko saliera para ir a las duchas el sonido de la puerta, esperando a ser atendido, resonó en la pequeña habitación. Akko sin pensarlo abrió para resolver la intriga de quien podría ser a esta hora y en un día de descanso.

Una inusual no tan inusual visita — Hola Akko, buenos días, me preguntaba si tú — Akko miraba expectante a Diana, quien pasó de tener vista en sus ojos, luego su cabeza y regresando a los ojos — ¿lo hiciste apropósito? — Diana recibió una cara llena de confusión por parte de la chica, mientras que Lotte, escuchando esto y con intriga miró a Akko, y luego a Sucy, enojada — pensé que ya lo habías controlado.

Volteó a ver a sus amigas, intentando entender por qué Diana le podría haber dicho eso, mas la mirada preocupada de Lotte y la sonrisa de satisfacción de Sucy no pudieron preocuparla más.

Buscó un espejo y se miró, no encontró nada raro en su cara, pero al subir su vista se percató de dos orejas; largas y rectas, las tocó; suaves y peludas, sensibles y con su propio sistema nervioso. Sucy ya había aprovechado de tocar su cola y apretarla, Akko dio un salto de sorpresa y se agarró su cola sobándola por haberle dolido, una cola pequeña y esponjosa. Un conejo.

— pfft — Diana se cubrió la boca con una mano de forma educada, solo como ella podría y miro a Akko con algo de gracia y a la vez calma — bueno creo que yo volveré más tarde.

Diana se despidió con un gesto de Sucy y Lotte, mientras que iba cerrando la puerta tras de sí, pero Akko la detuvo.

— ¡Diana espera! — la chica tomó su muñeca y con una cara de súplica y muy avergonzada le pidió ayuda — ayudame con esto..., por favor.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 02, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi rival. LWA (Diakko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora