°•Tú Rompiste Conmigo•°//AonungxNeteyam// EDITADO

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Todos en algún momento de nuestra vida hemos cometido errores y yo no soy la excepción pero siendo sincero no me arrepiento de haberlos cometido (bueno al menos no de la mayoría) ya que si no me hubiera equivocado no sería quien soy ahora.

Aunque solo hay una cosa de la cual si me he arrepentido durante estos cinco largos años y que me sigue atormentando hasta el día de hoy siendo como una estaca clavada en mi corazón y fue el no haber peleado por lo que me hacía feliz, el no haberte defendido. Debí de ser como mi hermano, debí pelear, gritar y no ser un cobarde...

Pero tenía miedo, ¿Es acaso totalmente mi culpa?, era solo un niño asustado y no, no estoy intentado justificarme porque sé que yo lo arruine pero solo quiero que me entiendan. Sé que debí luchar para que no me separaran de su lado...

Pero uno aprende de sus errores y espero que no sea muy tarde porque ahora no te dejare ir tan fácil

"Por no querer fallarle a los demás me falle a mí mismo y te falle a ti"

-¿Entonces no pudiste decirles?

-No, después de que pregunte por Aonung todo se puso muy incómodo y silencioso así que preferí posponerlo al menos hasta que regrese mi hermano- respondió Tsireya mientras tomaba la mano de su chico- quisiera que también este enterado

Ambos na'vi daban un tranquilo paseo por la costa disfrutando al fin de un tiempo a solas después de pasar todo un día con sus familias.
Solo eran ellos dos disfrutando de su plática mientras apreciaban los pocos rayos del sol que aún se podían apreciar antes del eclipse

-Bueno de cierto modo me alegra que no les hayas dicho ya que quiero estar contigo cuando lo hagas- comentó el omaticaya deteniéndose y girando hacia su chica para verla

-Me encantaría que estuvieras conmigo

-Solo espero que no me maten- a pesar de que lo había dicho con tono burlón por su espalda paso un escalofrío

-Jamás dejaría que lo hicieran

Por unos momentos se quedaron solo viéndose a los ojos sumergiéndose en su burbuja donde solo existían ellos dos. El chocar de las olas del mar que se escuchaban de fondo, el viento soplando para así dar paso al frío de la noche que se aproximaba les proporcionaba el ambiente perfecto

Solo se dedicaban a disfrutar de la reconfortante compañía que solo podían darse entre ellos.

El más alto tomó con ambas manos el rostro de la joven e inclinándose cerró los ojos al igual que la chica para luego juntar sus labios iniciando un beso lento, suave y tranquilo en el cual solo se dedicaron a disfrutar del contacto.

Una vez que se separaron se dedicaron unas pequeñas sonrisas avergonzadas y retomaron su paseo ahora hablando de todo lo que hicieron en el día siendo rodeados por un aura rosa