Terminator del Juicio Final 05 ┃ ¿Neurosis o Salvador?
Ye Huai y Zhuang Li estaban encerrados en una habitación.
Parecían estar a salvo por el momento, pero Zhuang Li sabía que las cámaras y los micrófonos estaban instalados en todas partes en esta habitación, y los agentes podían escuchar cada palabra que decían.
"¡Joder! Zhuang Li, ¿lo hiciste a propósito? ¿Ya sabías que la Oficina de Seguridad vendría a arrestarnos?", Ye Huai estaba extremadamente irritable y seguía acariciando su cabello, dando vueltas alrededor de la casa.
Tenía muchas ganas de golpear fuerte a este pervertido, pero no se atrevió.
Casi se derrumba y dijo: "¿Sabes cuánto tiempo me estás tomando? ¿Ah? ¡Voy a vender la casa, el auto, las acciones y luego usaré todo el dinero para comprar suministros! Estoy voy a construir un búnker en medio año. El búnker tiene que instalar dispositivos independientes de escape, agua y electricidad, ¡estoy muy ocupado! ¡El final llegará pronto! ¡Me enviaste a la cárcel! ¡Me mataste!
Estaba tan enojado que se arrancó algunos mechones de su cabello.
El agente encargado de monitorearlos inmediatamente revisó la situación económica de Cha Yehuai, y como era de esperarse, descubrió que estaba vendiendo propiedades a su nombre, una villa por valor de cientos de millones, y estaba dispuesto a venderla con un 50% de descuento. solo para obtener efectivo lo antes posible. De hecho, compró un terreno, hizo que los trabajadores excavaran las 24 horas y contrató a un arquitecto para que diseñara él mismo un fuerte de seguridad subterráneo.
"Puede tener un trastorno delirante. No tiene dudas sobre la llegada del apocalipsis", un agente señaló a Ye Huai en el monitor y dijo.
El capitán del equipo especial señaló a Zhuang Li y preguntó: "¿Está clara su verificación de antecedentes?"
"Revisado, muy limpio, sin antecedentes penales. Pero a juzgar por la evidencia disponible, es un genio químico y fabricó cápsulas bomba, Veritaserum y relajantes musculares mejores que los expertos de la oficina. Sus habilidades de piratería también son de primera categoría. "
"Con un coeficiente intelectual tan alto, ¿cómo puedes creer la tontería de que se acerca el fin del mundo? ¿Ha llegado el asesor psicológico?"
"llegar."
"Luego pídale al tasador que hable con ellos primero y vea cómo están mentalmente".
"Buen jefe."
Entonces, unos minutos después, un hombre elegante con anteojos dorados entró en la habitación y se sentó frente a Ye Huai y Zhuang Li.
Primero conversó algunas palabras para que Ye Huai se relajara y luego llevó el tema al fin del mundo.
Ye Huai tampoco tenía una buena manera de tratar con estos agentes, por lo que solo podía decir la verdad. Describió cuidadosamente cuán grandes eran los meteoritos que aterrizaron en la Tierra y cuán aterrador era el virus que trajeron.
El psicólogo negó con la cabeza y se rió entre dientes: "Si el meteorito es tan grande como usted describe, entonces el mundo humano será devastado unas pocas horas después de que el meteorito aterrice. Los zombis no aparecerán, y el 70% de los humanos estarán allí. Murió. en solo tres días".
Ye Huai estaba un poco confundido. Está diciendo la verdad, ¿por qué esta gente no se lo cree?
Zhuang Li se hizo cargo de la conversación: "Tiene razón, después de que el enorme meteorito golpea la tierra, su poder es cientos de veces mayor que el de la bomba atómica, y la violenta explosión destruirá el área circundante durante varios kilómetros o incluso decenas de kilómetros, y luego causará altas temperaturas, que luego causarán tsunamis, terremotos o erupciones volcánicas. El calor matará a algunas personas, luego el polvo traerá el invierno y el frío matará al resto. Cuando todos los desastres disminuyan, puede haber solo quedarán en la tierra Decenas de millones de sobrevivientes. En su descripción, alta temperatura, frío severo, tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas, explosiones violentas, todo sin el virus. Esto es realmente difícil de creer".
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Dios Del Aprendizaje, Tengo El Mundo En La Mano (III Parte)
FantasyTercera parte de Dios del aprendizaje, tengo el mundo en la mano