-Spider Lover-(Muffrisk Zone)

"Negatale" (1/¿?)

Era el típico día en el Negative world, osea, triste, aburrido y pesimista. En un reino sin nombre dónde los que gobernaban eran los únicos que tenían en derecho de sentir "positividad" y los demás morían en la negatividad.

Pero había unos puntos medios, como Muffet, quién no era un familiar de los que gobernaban, pero era uno de sus sirvientes más leales y jóvenes en este cruel mundo.

Ella siempre fue servicial, amigable, siempre sonriente, incluso sí realmente no estaba feliz allí.

Amaba su trabajó, cocinar y limpiar, incluso sí difícilmente podía disfrutar de eso, después de todo. Los reyes Toriel y Asgore Dreemurr sé alimentaban de la positividad de la gente, ella no era la excepción.

Bastaba con recibir un toqué en su espalda o una caricia en su cabeza para sentir cómo le robaban su felicidad. Una excusa para tocarla disfrazado de falsos elogios y falsas sonrisas amigables de su parte.

Ella sabía, que solo era una más de quiénes sé alimentaban, aún así, era un privilegio haber sentido eso en primer lugar, por eso, incluso sí dolía cuándo lo perdía, era su razón de seguir siendo tan leal y servicial.

Eso y el príncipe... Asriel, era posiblemente el menos malvado de la familia real. Ella lo amaba, incluso con todos los problemas que le a causado.

Cómo era obvio que Muffet al ser una simple sirvienta no sé le permitió salir con Asriel de forma romántica. Ella con dolor lo aceptó, pero él no, siguió intentando e intentando, hasta que logró convencerla luego de hacer tantas promesas bonitas de que ambos le harían frente al rey y serían felices juntos.

Felicidad, era lo que Muffet más le hacía ilusión, saber que podía ser feliz, y que nadie le robaría su felicidad.

Pero tan pronto que tarde, sé dió cuenta, que solo eran promesas vacías...

Asriel no tenía malas intenciones, no, su amor era honesto, pero era obvió que nunca le haría frente a su padre. El rey, simplemente tenía control sobre él, incluso sí este decía cosas a sus espaldas.

Muffet estaba atrapada en una relación prohibida y sus reyes. Algo que le aterraba y estresaba.

Amaba a Asriel, pero, había veces que deseaba no escuchar tantas promesas falsas, que terminan en darse un beso dónde él le roba algo de su positividad por error.

Ella no lo culpaba, sólo sé culpaba a si misma, también es una mentirosa, diciendo que está bien con todo.

Odiaba todo, solo encontrando consuelo en las veces que lloraba cuándo no estaba ni en compañía de nadie, ni de su mascota, Paukex. Y repetirse muchas veces que había cosas peores en éste mundo, cosas... mucho peores que conocía y deseaba no saber... en las profundidades del laboratorio del científico real.

En este día en específico, quería despejarse, aprovechando la excusa de salir a por flores para el te especial de la reina. Flores que crecían en unas ruinas antiguas alejadas del castillo y de lo demás por suerte.