𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕴: 𝕷𝖆 𝖑𝖚𝖈𝖍𝖆 𝖕𝖔𝖗 𝖊𝖑 𝖙𝖗𝖔𝖓𝖔.

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Los personajes de la emperatriz abandonada no me perteneces, bajo mi derecho solo se encuentran mis OC

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Los personajes de la emperatriz abandonada no me perteneces, bajo mi derecho solo se encuentran mis OC.

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El sol se alzaba majestuosamente sobre los terrenos del palacio imperial de Castina, bañando las torres y los jardines con su cálida luz. Durante siglos, este lugar había sido el epicentro del poder y la grandeza de la dinastía Shana Castina. Pero en medio de esta belleza, Alysanne Amelia de Rass se encontraba frente a su desafío más difícil: la batalla por el trono de Castina.

Alysanne, conocida como la Reina de Castina, era la segunda esposa del Emperador de Castina y madre del príncipe heredero Ruvellis Kamaludin Shana Castina de Rass, así como de las princesas Isabell y Adelaida. Su vida en el palacio siempre había sido un torbellino de ceremonias, política y lujos, pero ahora, bajo la sombra de la Emperatriz Ariel Lu Shana Castina y su hija Marianne, la tensión se había vuelto palpable y el futuro del imperio estaba en peligro.

Alysanne recordaba claramente el día en que su vida cambió para siempre. Fue una tarde soleada, cuando la corte y la nobleza en general se había reunido en el Gran Salón para celebrar el cumpleaños del Emperador. Durante la fiesta, se esperaba que el Emperador Mirkan anunciara quién se convertiría en su nueva esposa y madre del futuro príncipe heredero.

La incapacidad de la Emperatriz Ariel para darle un heredero al emperador y al imperio había llevado a esta decisión. Y en ese día, la vida de Alysanne dio un giro inesperado cuando el Emperador anunció que ella sería su nueva esposa. A partir de ese momento, el palacio se convirtió en un campo de batalla sutil y encubierto, donde los partidarios de la Emperatriz y los partidarios de la Reina se enfrentaban diariamente.

La rivalidad entre Alysanne y Ariel se intensificó día tras día, tanto detrás de las cortinas como frente a los ojos de todos. Cada movimiento y decisión tomados por una de ellas tenían un solo objetivo en mente: asegurar el futuro del imperio y la supremacía de su familia.

Y eso solo empeoro con el nacimiento de Marianne la hija de la emperatriz a quien se creía infértil dando así a otro contrincante no tan apto al trono, debido a que en Castina solo se le otorgaba el derecho al trono a los hijos varones de sus emperadores.

Y Alysanne, siendo la única de las dos que posee un heredero varón sabía que no podía permitirse perder esta batalla. El destino de su hijo y el legado de su familia dependían de su astucia y determinación. Reunió a sus aliados más cercanos, incluido su hermano el Duque de Rass, y con ellos, planificó estratégicamente cada paso que debía tomar para enfrentar y contrarrestar la creciente influencia de la Emperatriz y su hija.

En medio de esta lucha política, el imperio se fracturó. Las diversas facciones de la nobleza tomaron partido y se posicionaron en la guerra de poder. Pero Alysanne, con su belleza y carisma legendarios, había cultivado a sus seguidores como Rosas de Castina, una orden secreta cuyo único propósito era asegurar el trono para su hijo y mantener el legado de su familia.

Los rumores comenzaron a extenderse rápidamente por los pasillos del palacio, narrando las intrigas y los secretos que yacían en el corazón de cada personaje en esta guerra fría. La vida en el palacio se volvió peligrosa y cada paso en falso podría cambiar el curso de la historia.

Alysanne sabía que no podía permitirse flaquear. El futuro del imperio y de su amado hijo dependía de su fuerza y valentía. No descansaría hasta ver a Ruvellis coronado como el legítimo Emperador de Castina, y no permitiría que Marianne y su madre, la Emperatriz Ariel, usurparan su legítimo lugar en el trono.

La batalla estaba a punto de comenzar, una guerra que marcaría el destino del imperio. Los lazos de sangre y las alianzas serían puestos a prueba mientras todos luchaban por asegurar su propio lugar en la historia. En el corazón de esta tormenta política, Alysanne se erigía como un faro de esperanza y valentía, dispuesta a enfrentarse a cualquier obstáculo para proteger el legado de su familia y el futuro de Castina.

No estaba dispuesta a permitir que ninguno de sus planes fallara. Si algunos de ellos no tenían el resultado esperado, estaba lista para crear otros más eficaces que dieran frutos. Su determinación era inquebrantable y estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para ver la paz en el imperio.

Con su ingenio y habilidad política, Alysanne comenzó a tejer una red de alianzas y negociaciones, tejida con hilos de lealtad y compromiso. Cada movimiento estratégico que ella y sus seguidores realizaban era calculado, cada decisión meticulosamente planificada para asegurar la victoria final.

La guerra de poder siguió como un estallido en los salones del palacio, donde cada palabra y gesto ocultaba un subtexto político. Las conversaciones en los pasillos, las intrigas y los engaños eran moneda corriente. Alysanne utilizaba su encanto para ganarse el favor de la nobleza y jugaba con sutileza y astucia para mantener a sus enemigos en el palacio a raya.

A medida que la tensión crecía, el futuro del imperio se volvía cada vez más incierto. Alysanne luchaba en esta batalla política con coraje y audacia, sabiendo que enfrentaría innumerables obstáculos en su camino. Pero su determinación no flaqueó, y se aferró a la esperanza de un futuro brillante para su familia y su imperio.

La lucha por el trono de Castina se convirtió en un juego de ajedrez humano, donde cada movimiento determinaba el destino de los involucrados. Y Alysanne se encontraba en el centro de este tablero, moviendo sus piezas con precisión y destreza para alcanzar la victoria final en contra de Ariel y los suyos.

Día tras día, se enfrentaba a desafíos y adversidades que no tenía más opción que superar. Su astucia y diplomacia, su inteligencia y valentía se convirtieron en sus armas más poderosas. Con cada pequeña victoria, se acercaba un paso más a su objetivo final: asegurar el trono para su hijo y proteger el legado de su familia.

Para muchos podía sonar patético el querer proteger a alguien en vez de simplemente asegurarse un poder, pero para ella no, después de todos sus amados hijos eran su poder y ese poder que ellos le daban para seguir adelante nunca lo cambiaría por nada.

Y a pesar de que lucha política simplemente se intensificaba en vez de reducirse Alysanne no estaba dispuesta a rendirse. Enfrentaba a sus enemigos con determinación, nunca perdiendo de vista su objetivo final. Las traiciones y las alianzas cambiantes no la distraían de su camino, sino que la fortalecían.

Con lo que más quería a su lado, con ellos haría su palabra valer, después de todo ella era la reina y cada palabra que salía de su boca era la ley.

Con lo que más quería a su lado, con ellos haría su palabra valer, después de todo ella era la reina y cada palabra que salía de su boca era la ley

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Nota:

Se que es un capítulo corto, pero espero que les allá gustado. Espero pronto poder subir el siguiente capítulo.

Díganme que les pareció y si tienen alguna duda correspondiente a la historia.

Perdón si me equivoque en alguna parte, pero me hice un poco bolas al escribir y lamento los errores de escritura.

𝕮𝖆𝖘𝖙𝖎𝖓𝖆 𝔔𝖚𝖊𝖊𝖓 - 𝕬𝖇𝖆𝖓𝖉𝖔𝖓𝖊𝖉 𝖊𝖒𝖕𝖗𝖊𝖘𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora