EL LIBRO

9 1 1
                                    


Hola, mi nombre es Lilian, soy estudiante de preparatoria y amante de la lectura.

Vivo con mis padres y mi hermana menor, soy el ejemplo que toda madre pone ante sus hijos (soy estudiosa, alegre, responsable y educada) pero nadie me conoce en realidad. Pues tengo una cosa que ocultar. Yo tengo visiones en sueños donde mi alma sale de mi cuerpo y vaga en otros lugares.

Hace tiempo desperté en un lugar desconocido, era una escuela/internado con todos los grados académicos desde el preescolar hasta las licenciaturas. Entre a aquel lugar y apareció una mujer que camino a mi lado, me dijo:

- Y tú ¿quién eres?

Yo no sabía que responderle y solo salieron de mi boca las palabras:

· yo soy el ave de fuego

Me miro, me tomo de la mano y me dijo:

- te estábamos esperando ¿por qué tardaste?

Yo no sabía que responder y solo baje la mirada.

Mientras avanzábamos en ese pasillo, se podían ver a unos niños entre 3-5 años de edad, estaban dibujando, pero solo tenían 3 colores: el rojo, azul y negro, se limpiaban las manos en un papel sanitario sucio, ellos me miraban y sonreían de una forma un poco extraña y su maestra solo estaba sentada y sin moverse.

Llegamos a otro pasillo y nos detuvimos, la señora me dijo que entrara y encontrara el camino que me correspondía. Estando adentro, noté que era un laberinto echo por arbustos y mallas eléctricas. Camine y camine hasta que por fin llegue a un cuarto blanco justo en medio del laberinto, estaba allí la señora anterior y un grupo más de jóvenes de mi edad organizados en círculo, pase y cerré el círculo tomando mi lugar. En el centro estaba una mesa y en una bandeja estaban unas pulseras y collares de cuerdas, pero los dijes tenían distintas formas. La señora pasó al frente, los tomó y nos lo dio a cada uno de nosotros. A uno le tocó un arbusto, a otra un copo de nieve, otro tenía un dije de un perrito, otro con una flor, otro con una enredadera y así sucesivamente al final llego mi turno y a mí me tocó una pulsera con un antifaz dorado con diamantes azules incrustados y un fénix en medio. Al ponérmelo y levantar la mirada me vi sola en un cuarto blanco y solo escuchaba una voz que decía "camina adelante y saldrás ". Así lo hice y salí al otro lado del laberinto.

Me encontré́ en un salón de clases distinto en el cual solo estaban 2 maestras hablando las cuales tocaron las paredes y me empujaron hacia ellas. Al atravesarlas me encontré́ en el patio trasero de esa escuela junto a la señora que me entregó mi pulsera y otros maestros los cuales me dijeron:

< toma tu dije y no lo retires de tu muñeca pues aun tienes un destino que cumplir>

Me desperté́ de repente y sentí́ un escalofrío que recorrió́ en totalidad mi cuerpo. Salí́ de mi cama y me cambié, le dije a mis padres que iría a la escuela, lo cual no hice y corrí́ hacia un terreno baldío que estaba a unos cuantos metros de mi casa. Estando allí́ me senté́ y saqué un cuaderno, dibujé mi dije y temblando encontré́ un lazo como el de mis sueños.

Me desmallé en el terreno y vi mi cuerpo en el suelo, mi alma se vio envuelta en otra visión más fuerte. Esta vez estaba en un parque y vi a un par de almas como yo, me pedían comida y les di, una de ellas era una niña no mayor a 10 años y la otra era un joven que solo movía la cabeza, pero no hablaba. Cuando terminaron de comer la niña me abrazo y me dijo:

- cuídate mucho, pues tú don es el fuego, algo hermoso, pero también peligroso.

Sentí́ como si alguien me jalara por mi espalda y regrese a mi cuerpo. Cuando me levante, mis manos temblaban, estaban heladas y mi voz tartamudeaba. Ya eran las 4pm y era hora de regresar a mi casa, así́ lo hice. Luego me enferme de vómito y mareos.

EL LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora