En el armario

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Todo comenzó el día del partido Yosen VS Seirin Akashi no podía dejar de mirar como sus antiguos compañeros habían mejorado, pero el que más robaba su atención era el alto peli morado.

Siempre le había atraído ese lado salvaje de él, atracción que solo aumento tras ver ese partido donde el había entrado en la zona, lamentablemente también había notado la piedrita en el camino para poder acercarse a él de nuevo, ese pequeño estorbo que tenía por nombre Himuro Tatsuya

Al ver el golpe que este le había dado a su querido Atsushi sintió un deseo inmenso de pedirle de nuevo sus tijeras a Shintaro para arrojárselas como un proyectil a la cabeza o degollarlo ahí mismo, ¿como se atrevía a golpearlo y por qué demonios Atsushi no se defendió? podía aplastarlo con una sola mano. Algo ahí no le cuadraba.

Jodido niño bonito cara de emo que parecía bailar cuando jugaba basket. Al final Yosen perdió, vio a Atsuhi llorar y lo peor a Himuro consolarle, Akashi apenas se disponía a acercarse cuando vio esta escena así que decidió mejor no hacerlo, su orgullo no se lo permitía

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Partido Seirin VS Rakuzan

Atsushi está apoyando a Seirin, ¿por qué? era la pregunta rondando la cabeza del emperador

¿Por qué a Seirin y no a Rakuzan?

¿Por qué a Tetsuya y no a él?

Después vio a Tatsuya apoyando a Taiga y asumió que era por ese maldito estorbo, que lo estaba influenciando y eso era algo que no pensaba permitir pero debía ganar ese partido primero para repetirle a Atsushi el por qué debía obedecerlo solamente a él y no al pelinegro con basket de bailarina

Lamentablemente no solo Rakuzan perdió, sino que esa parte suya con el valor de enfrentar a Atsushi directamente y decirle lo que sentía se había sumergido en el fondo de su mente por lo que solo podía hervir de celos cada vez que el peli morado tenía a ese chico cerca.

Al final del partido Atsushi se acercó para animarlo, con su chicle junto a él presentándolos formalmente, algo que lo molestó aun mas fue el comentario de Tatsuya de - es más lindo de lo que me contaste - le habría cortado la yugular de no ser porque sus compañeros de Rakuzan le hablaron para regresar al hotel

Akita no estaba para nada cerca de Kioto por lo que no podía hacer mucho después de la Winter Cup, pero para su sorpresa Atsushi lo fue a ver a Rakuzan hasta 2 veces por mes, Atsushi no haría un viaje tan largo sin un motivo por lo que eso era muy significativo para el pelirrojo, a pesar de que siempre llevara a su bailarina consigo.

¿Por qué demonios no podía dejarlos solos ni un minuto?

Esas visitas siempre terminaban en alguna discusión entre el capitán de Rakuzan y el chico del lunar.

Para Akashi salir de Kioto era complicado por su situación escolar y algunas diferencia con su padre que prefería tratar con la mayor diplomacia posible, pero apenas se dieron las vacaciones antes de cambiar de curso de primero a segundo, se le ocurrió su "plan maestro" reuniendo de nuevo a la Generación de los milagros para un fin de semana en su casa. Esto habría resultado bastante bien de no ser porque a sus queridos ex-compañeros, ahora amigos, se les ocurrió llevar algunos colados a la fiesta