𖦹 ֺ ׅ cap 3 ꒰ ⟡

184 36 1
                                    

—JEON JUNGKOOK, VEN AQUÍ PULGOSO.

Una semana, una semana había pasado desde la llegada de aquel mencionado. Jimin sentía que le saldrían canas a sus apenas 20 años, el peli negro pasaba mayor parte del tiempo en su forma animal debido a que no tenía ropa de su talla, al momento de transformarse su ropa se rasgaba, dejando ver su pelaje oscuro, o de lo contrario dejaba ver su pálida piel y partes que no deberían ser mostradas a cualquiera.

—Kook, no puedes estar todo el tiempo así, te compré ropa de tu talla pero antes debes tomar una ducha— Un gruñido se escuchó debajo de la cama del peli azul— Jungkook ~ vamos~

Si, el chico había descubierto que aquel peli negro, con rostro serio y semblante dominante, tenía debilidad por sus actos tiernos, no acostumbraba hacer eso pero para chantajear a este pulgoso había necesidad.

—DIOS, JUNGKOOK, TÁPATE

El chico había salido de su escondite en su forma animal, al salir por completo se transformó, tomando su forma humana y por ende, mostrando su intimidad. Jimin traía una toalla en las manos, había apartado la mirada y solo sintió cómo el contrario tomaba delicadamente aquella tela y comenzaba a cubrirse, dirigiéndose al baño y dejando a un Jimin avergonzado pero satisfecho por haber logrado su cometido.

—Prepararé algo de comer, ¿quieres algo en especial?— Se paro a un lado de la puerta cerrada del baño, escuchando el agua caer.

—Lo único que tienes y que como, es carne y fruta, estoy bien con cualquiera de las dos.— Aquello lo había casi gritado por el ruido del agua.

Caminó a la cocina con un poco de pereza y comenzó a sacar los ingredientes para preparar la cena, era agotador cuidar de su trabajo, sus estudios extra y a parte de aquel lobito que a pesar de ya tener su herida cicatrizada, no se iba, por las noches sentía como se acostaba a su lado sobre la cama, durmiendo los dos juntos. Agradecía aquello, el invierno había llegado más frío este año y el calor que aquel compañero le brindaba lo hacía dormir cómodo, suponía que Jungkook sentía lo mismo.

—En la gran muralla vive escondido el dragón~— Comenzó a freír la carne mientras cantaba y al mismo tiempo cortaba un poco de fruta.— Y al brillar la luna se enamoró~

Giró en dirección a las alacenas para tomar unos platos.

—MIERDA, JUNGKOOK.

El mencionado estaba recargado en el marco de la puerta, mirándolo con una sonrisa burlona. Se acercó y peinó un poco los cabellos azules del contrario, tomó un trozo de fresa y se sentó en una silla mirando cómo el contrario se tranquilizaba y se ruborizaba por el hecho de haber sido escuchado cantar.

Comieron tranquilamente, Jimin regañando en ocasiones al peli negro por comer como animal, recibiendo como respuestas un "Soy parte animal, genio". 

Al terminar, el menor se encargó de limpiar los trastes mientras Jungkook se dirigía al jardín repleto de pinos cubiertos de nieve.

—¿Vas a salir...?— Jungkook miró al peli azul, sonriendo cálidamente.

—Si, serán un par de horas, necesito hacer algo— Se acercó al chico y se inclinó un poco hacía este, poniéndolo notoriamente nervioso— ¿Me vas a extrañar?

Jimin sin saber porqué, ya había asentido, sonrojándose por la mueca de sorpresa que Jungkook mostró. —Regresaré más tarde, no creo que tarde...— Dudando un poco, el peli negro abrazó delicadamente al contrario, escuchando sus rápidos latidos.

(...)

Las pisadas de aquel gran lobo eran silenciosas, gracias a la nieve blanca que había caído la noche anterior. Su pelaje oscuro y brillante se movía mediante cada salto que daba sobre los troncos caídos o las grandes rocas que le cubrían el camino.

Jadeos y gruñidos se escucharon cerca, haciendo que el lobo detuviera su carrera. Sacudiendo la nieve que se había pegado a él, se acercó trotando a tal lugar, mostrando entre los árboles y rocas pequeñas pero cómodas casas de madera, en otras palabras, cabañas.

—¡Tio Jungkook! 

Un pequeño niño se acercó corriendo al gran lobo, abrazándose de su cuello mientras reía por las cosquillas que la lengua del animal provocaba en su mejilla.

—¡Jungkook!— Un chico de cabello negro se acercó corriendo a ellos.— Dios, creí que habías muerto, cundo te dispararon logramos desviar a aquellos cazadores, pero no te encontramos después, creímos que habías muerto lejos y al estar cerca de la zona de humanos no nos adentramos más.

Jungkook en respuesta ladró antes de transformarse.

—Me alegra verlos de nuevo— El chico mayor le entregó su abrigo para que se cubriese del frío.— Estoy bien, alguien me ayudó y la herida ya está cicatrizando.

—Papá, debemos entrar, la gente se queda viendo al tío Jungkook...

El pequeño cachorro llamó la atención de los dos adultos, tenía razón, la gente que pasaba se quedaba mirando al peli negro recién llegado, algunos en desaprobación, otros de manera pícara y algunos sorprendidos por ver al chico vivo, todos creían que el hijo del alfa había muerto.

—Vamos con nuestros padres, bueno primero a que te vistas y después a qué veas al viejo llorón, lo hiciste llorar imbecil— Tomó la mano de su hijo comenzando a caminar a la par de su hermano. —Papá casi se muere por la noticia de tu supuesta muerte.

Jungkook rió por eso, su padre era alguien sensible a pesar de ser alfa y líder de su manada, su familia era lo más importante para él y la noticia de que su hijo menor no había llegado junto al resto del grupo de caza lo había hecho llorar, en cuanto a su papá, era un dramático a decir verdad.

Jungkook se vistió, recordando a aquel chico que lo había ayudado, sonrió con ternura y miró su armario.

Sacó una mochila y comenzó ya a guardar ropa en ella, no volvería sin algunas de sus cosas, necesitaba más ropa de su talla.

—JUNGKOOK.

Un hombre de cabello oscuro igual que él, entró corriendo a su habitación, siendo seguido por un castaño igual de sorprendido.

—Bebé te extrañé, idiota nos asustaste, tu padre lloró y yo no sabía si matarme o matarlo a él para que dejara de deprimirme— El hombre abrazo a su hijo con fuerza, mirando a su alfa y dejando que se acercara.

—Me hiciste llorar, Jeon Jungkook...

Jungkook sonrío y recibió un abrazo de su progenitor, sintiendo su hombro empaparse por las lágrimas del alfa castaño.

—Ay que llorón, Mingyu, Yoongi trae la cámara— El mencionado rió por la escena de su padre llorando de nuevo.

Después de tantos abrazos y lágrimas, se sentaron en el comedor, Seokjin, había preparado comida rápidamente para una pequeña e improvisada reunión familiar, su hijo había llegado sano y salvo a casa y nada mejor que recibirlo con comida.

—Extrañaba tu comida papá— Jungkook comió otra cucharada de aquella comida que consistía en mayor parte por carne.— Minmin cocina delicioso pero tú comida de verdad no se compara.

Siguió comiendo bajo las miradas de curiosidad de parte de su familia, a excepción del pequeño Jisung, quien se concentraba más en sus pequeños trozos de pollo con figuras de dinosaurios.

—¿Minmin?— Mingyu preguntó, mirando a su hijo menor— ¿Acaso es algún omega que encontraste?

—¡Nam!— Su esposo lo reprendió con su mirada.

—Si, bueno no como tal— Bajó la mirada, buscando las palabras para decirles que quién le había ayudado no era un Omega, ni mucho menos un alfa o beta, sino un humano que vivía en la zona de humanos, prohibida para los híbridos. — Él... es humano.

𐚁̸ ⬭𝆬 ᨘlobito feroz kookmin ! 💭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora