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ADVERTENCIAS: INFIDELIDAD, OOC, SE VAN AGREGANDO OTROS A MEDIDA QUE LA HISTORIA AVANZA.

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The other woman will always cry herself to sleep

The other woman will never have his love to keep

Lana del Rey - The Other Woman

Los rayos del sol se filtraban a través de las ventanas de la lujosa mansión, despertando a Izumi

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Los rayos del sol se filtraban a través de las ventanas de la lujosa mansión, despertando a Izumi. Sin embargo, esa mañana, la mujer de cabello corto y ojos grises no sentía el impulso de levantarse de la cama. La verdad era que no tenía ganas de enfrentar el día. La ausencia de su esposo, quien se encontraba en otro viaje de negocios, la había mantenido desvelada durante la noche. Aunque no era inusual que él estuviera fuera por cuestiones laborales, la frecuencia de sus viajes recientes comenzaba a parecerle sospechosa. Cada partida de él generaba en Izumi una sensación de opresión en el pecho, como un presagio de que algo malo estaba por suceder.

La incertidumbre y la preocupación se habían apoderado de su mente, haciéndola cuestionar la naturaleza de los viajes de su esposo y el tiempo que pasaba fuera de casa. ¿Qué estaría haciendo realmente durante esos días lejos de su hogar?

Los pensamientos de Izumi fueron abruptamente interrumpidos por la entrada enérgica de una presencia infantil. Sarada, su hija, irrumpió en la habitación con la misma vitalidad que siempre la caracterizaba, saltando directamente sobre la cama donde descansaba su madre.

— ¡Mamá! Despierta hoy viene papá y tenemos que hacerle una sorpresa — La niña de once años exclamo con felicidad, su entusiasmo llenando la habitación.. Casi no veía a su padre, gracias a que estaba ocupado con el trabajo. 

El corazón de Izumi se llenó de calidez al ver la inocencia y la alegría en los ojos de su hija. A pesar de sus preocupaciones y temores, el amor que sentía por Sarada era un rayo de luz en medio de la oscuridad de sus pensamientos. Con una sonrisa suave, Izumi estiró los brazos para abrazar a su hija, dejando temporalmente de lado sus inquietudes.

—Mi amor ¿Cómo amaneciste? — Izumi abraso a su hija Sarada, la niña era una copia de su padre versión femenina.

—¡Bien, porque mi papá viene hoy!

Madre e hija bajaron hacia la cocina para preparar un desayuno de bienvenida, aunque tenían sirvientes y chef privado a la señora de la casa siempre le gusto cocinar para su familia disfrutaba de cada momento dedicado a ello. Y ese sábado, al no tener que preocuparse por las responsabilidades escolares de Sarada ni por su trabajo como médica, tenía aún más tiempo para dedicarse a esta tarea.

||LA OTRA|| Madahina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora