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— Oh, no, no no, no por favor ¡Jihyo! ¡Espera! ¡Por favor espera!

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— Oh, no, no no, no por favor ¡Jihyo! ¡Espera! ¡Por favor espera!

Mina empuja la puerta de vidrio del local y gira la correa de su guitarra para acomodarla en su espalda mientras persigue por la calle a la mujer que acaba de salir del pub dando pisotones. Quizá Myoui Mina no tenga mala condición física, pero esa chica es demasiado rápida. Apenas puede alcanzarla tras pasar casi dos calles.

— ¡Jihyo! — vuelve a llamar con lo poco que su voz le permite gritar.

La joven frena el paso y se gira esta vez, Mina se arrepiente totalmente de haberle levantado la voz. Sus ojos al igual que la nariz están rojos, su ceño fruncido es aterrador.

Mierda.

Comienza a pensar que la harán puré al momento en que la chica unos centímetros más alta se acerca a ella con un semblante poco amable y la enfrenta.

— ¿Quieres hablar Myoui? Anda, házlo, tengo poco tiempo.

Su tono es duro, tanto que Mina tiembla levemente en su lugar. Ella aferra las manos a la correa de su amada guitarra e intenta pararse erguida para no sentirse tan pequeña. Pero es imposible, inconsciente, sus pies se balancean en el sitio por los nervios.

— Por favor Jihyo, no te vayas, sabes lo mucho que te necesitamos. Esta banda no es nada sin ti.

La castaña no se toma un segundo antes de responder.

— Ya hablamos de esto, dije que no me quedaré.

— Si esto es por Sana te juro que yo-

— Sé lo que dirás — ella hace una seña con la mano para pedirle que pare —. Es tu mejor amiga, lo sé, pero no pienso quedarme un minuto más en un espacio con ella. Tu amiga la cagó, demasiado, y no puedo aguantar cantar las canciones que escribimos sabiendo que tengo que dar un espectáculo con mi ex que acaba de romperme el corazón a dos pasos.

— Solo será una noche más, lo prometo, sabes lo importante que esto es…

— Y tú sabes lo importante que era ella para mí. Todo termina en algún momento. Lo lamento Mina, pero ya me estaba comenzando a cansar y esto fue la gota que colmó el vaso. Deberías mejor buscar a alguien que no salga con nadie de la banda.

— Jihyo…

— Dale las gracias a Sana. Nos vemos en la escuela.

Sin más, la chica se da media vuelta y sigue su camino dejando atrás a una pelinegra decaída y preocupada. Joder, sabía que había sido una mala idea permitir que esas dos se acercaran tanto, pensó que sería algo temporal, pero jamás creyó que un futuro afectaría a esa pequeña banda que tanto le había costado formar. Si bien no eran famosos, poco a poco sus presentaciones comenzaban a hacerse más conocidas entre los pubs y restaurantes de fast food, obteniendo una buena paga por ello.

Recientemente, Ryujin, la bajista, había llegado con la noticia de una buena oferta en una gran pizzería del centro que había abierto apenas a principios del año pasado. Estaban buscando nuevos entretenimientos y el dueño había oído hablar sobre ellos, especialmente por las habilidades de su vocalista.

Jihyo.

Es una de sus amigas de secundaria, no es secreto que siempre le había gustado cantar y cuando la escuchó en uno de los festivales escolares pudo apreciar ese tono de voz brillante y poderoso y una presencia escénica que ponía a todos a bailar y cantar de inmediato. Sin mencionar lo increíblemente hermosa y ardiente que es. Un buen punto a favor de la imagen.
En general, todos los miembros de la banda de Mina son lo llamado calientes. Pero como ella dice, unas caras bonitas no sirven de nada sin una voz que acompañe sus instrumentos.

Y ahora ese es su mayor problema. Cuando Jihyo y su mejor amiga de la infancia, Sana, comenzaron a coquetear en algunos ensayos, ella creyó tener que advertirles sobre los posibles riesgos de salir con miembros de la banda. Si bien Mina no tiene nada en contra de las relaciones entre amigas, también teme por como podría afectarles a futuro. Y ahora ve que fue un gran error confiar plenamente en Sana.

Le hubiese gustado estar ahí esa noche, quizá habría podido evitar todo ese revuelo. La noche en que salieron a cenar por un nuevo logro y fueron a un club, la japonesa se pasó de copas y entonces la chica de la barra se le hizo demasiado bonita. Cuando Ryujin fue a buscarla, se encontró con la sorpresa de Sana cerca, demasiado cerca de la boca de esa muchacha que la sostenía de su falda y jugaba con su cabello mientras le robaba un beso del cual la castaña no parecía tener intenciones de separarse.

La sorpresa del momento no le permitió hacer nada, pero en cuánto notó un grito a su lado y vio a Jihyo a los ojos con la mirada rota, supo que era demasiado tarde.

Un día después, Jihyo estaba dejando el departamento de Sana y un día más había aparecido en el ensayo para avisar que dejaba la banda.

Ahora, con una nueva oportunidad, Mina tiene tan solo un par de días para conseguir una nueva vocalista. Pero resulta ser un tanto difícil con su mal genio y la cantidad de candidatas que solo están allí para obtener su número telefónico. A excepción de una, una sola muchacha que siquiera había ido a las audiciones, pero que no es consciente de que la líder de la banda la está escuchando cantar mientras trapea el suelo del restaurante antes de cerrar.

— ¡Oye tú! ¡Tienes que cantar conmigo!

Oh por Dios, Mina es solo una idiota que no sabe hablar con chicas bonitas. Y Nayeon es una chica bonita con un terrible pánico a los escenarios. 

Rock with you! 🎸

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Próximamente...

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