𝕸𝖎 𝖉𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖔 [TN/JUNGKOOK]

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El dolor en mi pecho y el sentimiento de pérdida permanecía en mí. La voz de Tn resonaba en mi cabeza, cada vez más cerca.

- JUNGKOOK! – Me sacudió con fuerza hasta poder regresar a la realidad.

- Dónde estoy? – La mire confundido al igual que alrededor. Toque mi frente el cual tenía sudor.

- ¡Estás en la casa de tu hermano, estabas soñando! – Tn me miro mientras acariciaba mi rostro. Al verle junto a mi ilesa, la abrace con todas mis ganas y llore en su hombro.

- Todo está bien Jungkook! Solo fue un sueño...

- El peor sueño que he tenido, no quiero recordarlo.

- Tranquilo, aquí estamos. – Dijo Tn mientras me abrazaba.

...

La horrible imagen de ellos en sangre no dejaba que pensara en otra cosa, solo venia ese maldito recuerdo de la nada. Tome un poco de agua y mire el pequeño florero con algunas flores secas frente a mí, lo mire tan detenidamente que olvide que Tn seguía despierta al lado mío.

- No preguntaré qué fue lo que soñaste, porque no quiero que lo recuerdes. Trata de pensar en otra cosa. – Ella tomó mi mano y la acercó en su rostro dejando un lindo beso en ella.

- Lo haré... - Sonreí forzosamente.

...

La luz del sol se asomaba más y más por las aberturas de las cortinas. Sin poder conciliar el sueño, me levanté y me di un baño. Tn seguía dormida, por lo que lentamente salir de la habitación. Baje hasta la cocina, toda la casa estaba en completo silencio. A los diez minutos mi celular sonó, era uno de los guardias que vigilaban la casa de Misuk.

- Sí?

- Joven Jungkook, la señorita Misuk acaba de salir de la casa con el niño.

- Síganlos, manténgalos vigilados en todo momento. – Colgué y marqué al celular de Misuk. Eran las 5am y sabía bien que tenían prohibido salir. Llame, pero mandaba a buzón. Tome el teléfono de la casa y marque desde allí.

- Bueno?

- En dónde están?

- En la casa, ¿dónde más quieres que estemos?

- No me mientas Misuk!

- Solo salí a comprar alimento! ¡Nosotros también tenemos necesidades sabes! ¡Nosotros no tenemos a alguien que nos de lo que queramos!

- Puedes pedírselo a mis guardias, ¡así que en este momento regresan a la casa!

- ¡Bien, regresare!... – Colgó.

Me llevé las manos a mi cabeza, dolía un poco. El cansancio, estrés y preocupación me estaban torturando físicamente.

- No pudiste dormir? – Hoseok pregunto desde la entrada de la cocina.