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🇻🇪🩸El Silbon🩸🇻🇪

(Colocaré los nombres de los países actuales ya que no tengo mucho tiempo como para estar investigando años y nombres, lo siento mucho si hay errores.
Gracias por leer <3)

A comienzos del año de 1811, la actualmente conocida República Bolivariana de Venezuela no era más que un esclavo de los españoles.

Los tiempos eran difíciles, ya no podía más, necesitaba libertad, salir adelante con su pueblo; para su mala suerte, muchas personas de la colonia estaban en contra de la independencia de la provincia venezolana.

— Tu pueblo no puede seguir así Gabriel, lo sabes muy bien— Esto ya parece esquizofrenia... Pues, un hombre se hablaba a él mismo dándose ánimos en el espejo sosteniendo su rosario en el puño de su mano.

Se apartó de su habitación saliendo al recibidor de su casa, tenía todo preparado ya que lo había estado pensando desde hace mucho tiempo, no podía ver a su pueblo sufrir siendo atado de los tobillos con cadenas perpetuas.

Tomó un machete, un saco y un sombrero de paja que le cubría suficiente el rostro y se fué sin más luego de apagar cada vela del lugar.

(.....)

Los días pasaron, y el pueblo estaba aterrorizado. Cada que un silbido sonaba una persona su vida abandonaba. La lista de Gabriel cada vez era más corta, ya solo faltaría una sola persona para luego aceptar su derrota.

— Señor, no podemos seguir así, nuestro territorio está aterrorizado, cada vez más desaparecen nuestros aliados, y los pueblos vecinos claman libertad — Habló el general del pueblo hacia el de mayor rango.

—Ya se han ocupado ustedes y salieron incompetentes, si quieres hacer algo bien, hacedlo por tu propia cuenta — Fueron esas las últimas palabras para salir del salón con una firme decisión.

—El señor Imperio Español ha estado tomando decisiones precipitadas, ya varios países han obtenido su libertad, no puede dejar que los demás también la obtengan— Comentó una mucama que pasaba por ahí hacia el general.

(......)

La noche de ese mismo día, Gabriel se encontraba arrastrando el saco que siempre tenía en su espalda, está vez mucho más pesado que siempre, en su camino hacia unas colinas cercanas silbaba una melodía inquietante hacía las aves nocturnas, haciendo estremecer a quien quiera que la escuchara.

Al llegar a su destino dispuesto a empezar a cavar empezó a escuchar ladridos rabiosos que cada vez eran más fuertes. Se acercaban a él.

—¡Atrapadlo! ¡No ha de escapar con vida! —Gritaba el español de parche en ojo a sus caninos hambrientos.

Gabriel en un intento de escapar soltó rápidamente la bolsa y salió corriendo lo más posible, aunque el hambre de esas criaturas era más grandes que su rapidez, pero no su esperanza de ayudar a su pueblo.

Los perros al alcanzarlo saltaron en su espalda haciéndolo caer de cara contra el piso y así empezando a despedazar cada una de sus prendas de ropa dejándole heridas gravez en su piel.

Los canes empezaron a mordisquear todo lo que podían dejando la sangre fluir y exhibiendo al aire sus huesos. El dolor era desgarrador y eso lo hacía notar con sus gritos que cada vez más se quedaban sin aliento. El español dió una señal a sus mascotas de que ya era suficiente y estos obedecieron como si él de un rey se tratase.