Vengandome de Theodore Grey

1.Mi venganza

Estaba sola. Metida en mi habitación. Ya no se cuanto tiempo llevaba encerrada. Sinceramente me daba igual. Mi pequeña hermana mayor muerta. Estaba segura que no había sido un suicidio. Había sido aquel tipo de quien mi hermana estaba Theo, Theo Grey. Ese hijo de la gran puta me las iba a pagar. No se juega con la vida de una mujer. ¿Qué se creía? ¿Dios? ¿Eh? Quiero meterle un cuchillo por la barriga, quiero verlo en la ruina, lo quiero muerto. Muerto. Había dejado huerfana totalmente a mi pobre sobrina, él el padre, que no se ocupaba de ella, y Auttum, que ahora esta muerta. Dios...Se que yo soy la mala, pero...¿Porque ella? Llévame a mi...Yo soy la que en teoria no cree en ti, yo soy la chica fría que no le importa nada.
-Alice, mi vida. No puedes pasarte dos días, llorando, sola en tu habitación, sin ni siquiera la luz del sol.
-¿Para que quiero vivir? ¿Eh? Mi hermana ha muerto, cuando ella más me necesitaba yo más metida en mi vida estaba. Prometi protegerla el día el que mis padres se muriesen...Y mira lo bien que lo he hecho... -Digo con una sonrisa irónica.
-Alice, no te culpes. Eres una mujer aplicada y dedicada a su trabajo. Es normal que dejarás de cuidar a tu hermana, haber...Que ambas ya son señoritas.
-Tú no lo entiendes. Me vengaré de los Grey, lo juro. -Digo seria.
-¿Como? ¿Te has oído? Alice ha sido duro para todos. Auttum era una mujer especial y dulce pero todo...Todo tiene un limite...Debemos pasar página...Asi es como ella quería para nosotros.
-Me gustaria pensar como tú, pero por algo me llaman la mujer oscura. Porque no tengo piedad, ni sentimientos hacía terceros. La exepción, era mi hermana pero... -Hago una pausa, ya que se me resbala una lagrima. -Ya no esta con nosotras, Lau...Ya no...-Digo seria.

Lo tenía claro. Iba a dejar a Theo Grey en la ruina sin un centavo, lo dejaría tan mal que prefereria suidarse a seguir viviendo. Todo eso le sonaba bien, aunque no sabía si era igual que Theodore Grey, capaz de desgraciar la vida de otra persona.

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-Theo, ¿Te acuerdas de mi? Soy Auttum, esa chica de la discoteca. He decidido que ya es hora de que mi hija sepa quien es su padre. Y ese hombre eres tú...-Me dijo ella con la mirada encendida.
Era hermosa. ¿Comó no me acordaria de ella? Esa noche fue magnifica, pero...Según ella ahora era padre...
-Auttum, ¿no? -Digo intentando parecer frío.
Ella asiente. Parecía una mujer dulce y atenta. No quería romperle el corazón. ¡Dios! La primera vez que no quiero romperle el corazón a una mujer.
-Porque no te pasas esta noche por la mansion Grey, mi padre celebra una fiesta muy grande. Presentate, y yo haré el resto ¿Vale, hermosa?-Digo con una sonrisa.
Ella feliz, se voltea y sale de mi despacho, era tan misteriosa, su forma de vestir me decía que no era una mujer de mucho dinero, pero realmente era bonita. Su pelo era negro como la noche, sus ojos azules como el mar, su piel dorada igual que la playa...¿Y des de cuando me he vuelto tan poetico? Bah...Da igual...Ahora, tenia que presentarsela a Phoebe, no seria complicado, a Cristian, mi padre tampoco...Pero la gran arpia que tengo como madrastra...Eso si iba a ser mission imposible.
Pero a Theo nada le aterroriza.

[•••]

Hoy había llegado tarde a la fiesta. Por una reunion absurda con unos inversores, la verdad es que llegaba dos horas tarde.
No me gustaba este silencio que se podía sentir des de la entrada que algo iba mal. Algo no marchaba bien.
-¡Zorra! ¿Con qué derecho te plantas aquí diciendo que tienes un hijo de mi querido hijo? ¡Muerta de hambre! Sin verguenza...Sé como son las mujeres de tu classe.
Esas eran las palabras de mi madrastra mientras todos nuestros amigos miraban con terror la escena. Parecia que Phoebe estaba desaparecida, y me habían notificado del viaje de papá a Ingalaterra.
-¿Que crees que estas haciendo? -Digo acercandome a ellas.
El estado de Auttum era horrible. Ya no quedaba ni rastrod de aquella bella y dulce mujer. Sino moratones y más moratones.
Ella me miro con desprecio. Llorando, sollozo, y me señalo con el dedo.
-¡Tú! -Hizo una pausa. - Me invistaste para buralrte, eres un maldito bastardo. -Dijo ella intentando levantarse.

Theo se reincorpora en su cama bruscamente por la pesadilla que tuvo. Todo su pecho estaba sudado. Su mirada estaba perdida. Se sentía fatal. No se podía perdonar que Auttum se marchase aquella noche para morirse, para suicidarse. Su madrastra siempre había sido cruel, peró golpearla delante de todo el mundo, ni que estuvieramos en la época griega.
Se levanta de la cama, abre el balcón, su pecho estaba al descubierto dejando que el viento le azotará. Se sentía mal al saber que posiblemente su hija este sufriendo la muerte de su madre por culpa suya, aunque no estaba seguro del todo de que Auttum le dijera la verdad, otra parte le empujaba a creerla, y le decía que era una horrible persona por no haber protegido a la pobre mujer. Su mirada se pasea por el jardin vacío de la mansion. Phoebe llegaba hoy con su novio Steve, un picha-floja que le caía horrible a Theo.
Su padre, últimamente discutia mucho con su madrastra, por fin, se había dado cuenta de que esa mujer tiene un pasado y un presente misterioso y turbio. Que Theo no estaba dispuesto a saber cual era porque sinceramente le importaba una gran mierda.
Saco un cigarillo de su estanteria y se lo metío en la boca mientras miraba como las mujeres de la limpieza limpiaban todo para recibir a la señorita Grey y a su marido de su Luna de Miel en Paris.
Sabía que Steve no era un buen tipo, sinceramente cuando era de su hermana, ningún chico era apto para su pequeño tesoro.

-Señor ¿Desea desayunar?-Le pregunto M. Teresa. Al verlo ahí sentado en la mesa de la cocina sin camiseta.
-No, Tess, ¿Porque me siento mal? ¿Por qué me sienta tan mal la muerte de esa mujer...Auttum? -Dice frunciendo el ceño.
Ella lo mira riendo.
-Mi niño, eso es porque en el fondo, Theo, tu también tienes tu corazón.
Él la miro divertido.
-No creo. No siento nada des de la muerte de mi madre. El amor, es para idiotas que son sadomaquistas, les gusta autolesionarse. Y eso a mi no me gusta.
-¿Y entonces...?¿Por qué cada mañana se levanta a las cinco de la madrugada después de la muerte de esa jovén? -Le dijo ella divertida.
El fruncio el ceño.
-Soy madrugador.. -Dijo tomando un sorbo del café que le brindo Teresa.
-Tengo el presentimiento que las cosas van a cambiar en esta casa.

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Bueno, aquí el primer capítulo :3 Espero que os guste y me deis un voto o un comentario o ambos...Me hariais un favor♡ ¡Os amo!