La jardinera (adaptación)

TAMBIÉN ES UNA HEROE

Hoy hacía mucho calor, así que se me antojó darme un buen chapuzón, aprovechando que papá había viajado con su personal de seguridad, envíe a Andrea a decirle al guardia de la puerta que nadie debía entrar también le dije que ni ella, ni la cocinera, ni la señorade la limpieza me buscaran.

Quería hacer un topless pues odiaba que al tostarme me quedaran las marcas del bikini.

El sol no estaba tan fuerte así que no me llegaría a quemar y con suerte tal vez mi pálida piel consiga un poquito de color.

Aliste todo, bronceador incluido, también me llevé un enorme vaso de extracto de zanahorias y naranjas, que según Samantha, mi mejor amiga, podría ayudarme a ponerme un tono dorado.

Me acosté en la tumbona y durante casi una hora, traté de concentrarme en la música pero no podía, no me decidía que iba a estudiar.

Tantas cosas pasaban por mi mente. Quería ser escritora pero tal vez no sea tan buena. Apenas había escrito novelitas tontas, me parecían que no tenían mucho futuro.

Papá había sugerido que estudie administración para que le ayude en su empresa pero yo no podía visualizarme de traje y en una oficina día tras día como una esclava.

Quise estudiar turismo de aventura hace un par de años, pero ver a mi amiga Lexa me hizo desistir. Su madre tenía una empresa de turismo, viajaba mucho pero nunca se divertía y siempre venía disgustada porque debía atender a los clientes de su madre y nunca podía disfrutar de los lugares a los que iba.

Tal vez podría estudiar diseño de modas como Sam, pero no puedo imaginar mi vida entre telas y modelos esqueléticas.

Era tan difícil crecer.

Creo que es momento de una zambullida, nada mejor que un poco de agua para aclarar las ideas.

Me puse la toalla en la espalda y me tapé con ella.

Llegue al borde de la piscina y sin pensarlo, ya que el agua todavía no se calentaba, pues hace una hora que encendí la temperatura, me lance de cabeza dejando la toalla atrás.

Me encanta oír sonidos dentro del agua, parecía todo tan lejano, me hacían recordar a mamá, ella me enseñó a nadar y a bucear.

Me gusta pensar que esta conmigo, solíamos competir por quien aguantaba más la respiración dentro de la piscina, ella siempre me dejaba ganar y me decía que era su pequeña sirenita.

Intente bucear más pegada al piso y en lugar de usar mis brazos usaba todo mi cuerpo como un pez o una verdadera sirena.

De pronto alguien me tomó de la cintura y me asuste mucho, empecé a patalear para soltarme, no sabía quien era y yo estaba casi desnuda. Era un brazo fuerte, si era un ladrón estaba perdida, no me podía soltar de su agarre y en el forcejeo dejé escapar el poco aliento que me quedaba, trage unos sorbos de agua.

Apenas salimos a la superficie respire desesperada por volver a pelear con mi captor.

—¿te encuentras bien... Lena? -Escuche la voz suave de la jardinera.

Hay no ¿como me había olvidado de ella? ¿Me abra visto en topless cuando me estaba bronceando? Que vergüenza.

—Lena respóndeme!- casi grito sacándome del agua, sentí el frío.

—estoy bien! -grite y vi su rostro que se tiñó de rojo, no me tarde una milesasima de segundos en saber porque. Yo estaba sin brasiere, llevé mis manos a mis pechos de inmediato que acaban de ser profanados por mi jardinera.

Bueno no me los a tocado intencionalmente pero sí que los había mirado.

Pronto me trajo la toalla y me cubrió

—lo siento... ¿qué pretendías? ¿Ahogarte? -pregunto

—estaba buceando Kara... -dije mirando a otro lado avergonzada y con ganas de lánzale algo.

—creí que te habías caído. Es que escuché el sonido del agua cuando entraste, mire para acá y no vi a nadie... paso más de un minuto... cuando te vi en el fondo me asuste - se excusó

—me gusta bucear. Dije más calmada

—¿sin ropa?

—se supone que no abría nadie por aquí... se me olvidó avisarte- lo mire, aún estaba avergonzado, el top blanco que tenía se le pegaba al pecho, se veía endiabladamente guapa así mojada.

—Discúlpame... lo siento- dijo aún sonrojado

—no hay problema... ve a cambiarte- le sonreí

—si... tienes razón- me quede en el borde como una tonta viendo como la jardinera se perdía entre los árboles.