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Nayeon abrio la puerta de su casa y fue directo a su habitación para descansar, se suponía que regresaba al otro día pero su padre lo postergó hasta tres días.

'Idiota' Pensó mientras suspiraba.


Sabía que no era buena idea llamar a Tzuyu en estos momentos, quien debería estar molesta con ella por ausentarse tantos días.

Lo mejor era verla para disculparse como es debido. Pero ahora quería tomarse un pequeño descanso, miro aún lado de la cama y miro todas las fotografías que tenía con Tzuyu alrededor de varios lugares.


Luego noto los pequeños regalos que Tzuyu le había dando en sus aniversarios.


No eran costosos como los que ella le entregaba, pero siempre había sido hechos con amor. Como el peluche de conejo que tenia en su cama o aquella lámpara que estaba diseñada con estampas de perritos.


Nayeon suspiro, tres años de relación con Tzuyu era algo que la alegraba pero también la entristecia, porque actualmente la relación parece estar en un bucle sin fin.



'¿Por qué las cosas no pueden ser como antes?' Pensó sin evitar querer llorar.





'¿Por qué actúas como si todo estuviera bien?'






[...]




"¡Estoy harta de ti!" Exclamó Nayeon a su padre, quien estaba enojado.

"¡Callate!" Su padre se acercó a ella para abofetearla.


Nayeon cerro los ojos cuando sintió sus mejillas arder.


"¡Deja de alzarme la voz si no quieres que te corra de la casa!"


"Amor creo que es suficiente-"


"¡No! Le estoy pagando la colegiatura, le estoy dando todo y todavía se atreve a rechazar el negocio familiar"


"¡Te dije que me importa una mierda esa empresa!"



Otra fuerte abofeteada fue recibida para Nayeon quien miro a otro lado sintiéndose impotente.


"Te lo dije hace tiempo, todo lo que tienes no es gratis, tu no vas a buscar otra carrera que no sea la de negocios y esa es mi última palabra"



"Me importa una mierda tu última palabra" Dijo Nayeon mientras se levantaba y se salía de la casa.



Quería alejarse de todo esto, agarro su abrigo y con toda la velocidad que pudo salió del lugar escuchando los gritos de su padre quien le decía que volviera.


Mientras corría sin rumbo fijo, los pensamientos estaban abrumadola haciendo que se sintiera asfixiada.



Miro a su alrededor y no sabía dónde estaba, nunca había salido de casa sin que su chófer la guiará al lugar.



Descanso unos momentos para pensar con más claridad, había tenido un arrebato contra su padre y ahora estaba en alguna parte de la ciudad sin tener comunicación ya que lo único que traía era su abrigo.


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⏰ Última actualización: Aug 22 ⏰

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