Con la llegada de Dios y su esposa, una de las muchas cosas que hicieron juntos fueron los arcángeles a los que llamaron sus hijos, pero de entre todos habia un par que eran especiales, los gemelos Samael y Mikhael que pronto cambiaron su nombre a Lucifer y Michael.
Al igual que el resto de sus hermanos, ambos gemelos crecieron con un gran ego y un complejo de superioridad, pero este par sobretodo se tenían un gran desprecio entre si, sobre todo Michael que normalmente era opacado por Lucifer que por aquellos tiempos era conocido como el portador de luz. A pesar de eso, trato de seguir con su vida normal disfrutando de hacer bromas a sus hermanos y explotando sus miedos, sin embargo el odio hacia su hermano crecía cada vez mas, por lo que cansado de esta situación decide hacer una pequeña jugada que sellaría el destino de su gemelo para siempre.
Usando esa inteligencia y personalidad manipuladora que tanto lo caracteriza, crea una idea en la cabeza de su hermano, la idea de que talvez es hora de un cambio en la administración de la ciudad de plata, provocando de forma indirecta la rebelión de los angeles en contra de Dios y la expulsión de Lucifer al infierno.
Con el pasar de los años, Michael hace otra jugada, está vez desde las sombras logra persuadir a Lucifer para que se tome unas vacaciones permanentes en la tierra y al ser Amenadiel el encargado de vigilar todo lo que hace su hermano en la tierra, le quita importancia en el cielo y se convierte en la nueva mano derecha de su padre siendo el único que puede hablar con él.
Un día como cualquier otro, Michael se encontraba haciendo sus cosas en la ciudad de plata cuando entro el ángel Gabriel a contar las buenas nuevas, Lucifer por fin había regresado al infierno para salvar la vida de su sobrino Charlie.
