Loguetown

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La caída no fue tan mala, lo que verdaderamente la molestó fue el mareo y la extraña energía que la hizo sentir incómoda.

Cruzada de brazos en medio de la nada de un extenso mar que parecía no tener fin. Sakura Haruno, Kunoichi de la aldea de la hoja pensaba en todas las formas posibles para matar a su tonto, estúpido, egoísta novio ¿Podía llamarlo así? ¿Novio?

Sí, los habían emboscado y sí, probablemente había más de cien enemigos, pero ¿En serio? ¡Sasuke "Maldito" Uchiha tenía que mandarla a través de un portal a otra dimensión! ¡Vaya forma de demostrar amor!

Ella sola pudo haberse librado de todos esos enemigos ¿Qué acaso no la había visto pelear? Estaba furiosa, se aseguraría de darle un buen y merecido golpe a su tonto enamorado.

Estaba segura que ni siquiera había visto a dónde la había enviado, tonto, tonto, descuidado.

Primero casi se ahoga por la imprecisión al caer. Nadar hasta la superficie se convirtió en una odisea mientras tragaba agua salada. Estúpido Uchiha demasiado guapo. Y por si fuera poco, no había absolutamente nada a la vista, solo mar y más mar.

"Necesito un trago" Concentrada busco la energía más cercana, girando hacía donde sintió la presencia de vida. Después solo corrió sobre el agua. Al final había llegado a un encantador pueblo marítimo, entró por el puerto, corriendo sobre el agua y luego saltando sobre los barcos ante la perpleja mirada de los pescadores y demás personas que se topó.

Por fin en tierra firme analizo el entorno, se veía... Normal. Suspiro decepcionada, para estar en un mundo diferente al suyo, no había mucha diferencia "Hey tu" Le gritó a un hombre corpulento que se topó en el camino "Dime dónde está el bar más cercano" Ordenó Sakura con una ceja levantada al no recibir respuesta. Acaso no hablaban el mismo idioma.

El hombre se limitó a señalar una de las calles.

Caminando por las intrincadas callecitas, Sakura finalmente se topó con una taberna de mala muerte. A lo largo de su vida, y especialmente en el último año, había aprendido que esos lugares solían servir el mejor licor, y sobre todo, barato.

Empujó la puerta con determinación, pero para su sorpresa, no se abrió. En su lugar, una pequeña ventana que estaba más alta que su cabeza se abrió, y una voz grave preguntó: "Contraseña".

Sakura entrecerró los ojos y se puso de puntillas. "Muerte será la contraseña si no abres esta maldita puerta. También podría ser dolor, sangre o fractura. Tú decides".

Después de unos segundos, la puerta finalmente se abrió. Sakura entró y se dirigió directamente al cantinero. "Dame lo más fuerte que tengas", le pidió con decisión.

Un hombre viejo de cabello canoso la observó fijamente y preguntó: "¿Qué edad tienes?"

"La suficiente", respondió Sakura con una sonrisa.

El hombre entrecerró los ojos y continuó: "¿Tienes dinero?"

Antes de que Sakura pudiera contestar, un hombre joven se acercó tambaleándose y agitando un par de billetes en su mano. "Debes ser nueva por aquí. ¿Cuánto cobras?"

Sakura lo miró confundida y luego volvió la mirada al cantinero en busca de respuestas.

"Él cree que eres prostituta", dijo el cantinero con tono despreocupado.

Sakura aún sentada en la barra se levantó arrebatando los billetes de la vil lagartija que se hacía llamar hombre al mismo tiempo que lo pateaba.

"Esto es mi cuota por molestarme. Imbécil.

Resulta que patear a un hombre hasta el otro lado del bar, empezar una riña y casi prenderle fuego al lugar había sido motivo suficiente para que la sacarán de ahí, sin haber probado una sola gota de alcohol.

De malhumor, Sakura siguió caminando hasta que finalmente se topó con otro lugar prometedor: "Bar Gold Roger", con una calavera en su letrero. "Encantador", pensó Sakura con sarcasmo.

Al entrar, se encontró con un lugar vacío y un viejo hombre detrás de la cantina. Frente a él estaba un chico con un chaleco rojo y un sombrero de paja.

Ignorando las palabras del viejo, Sakura se sentó en la barra, dejando dos asientos de distancia. "Dame lo más fuerte que tengas", le ordenó al viejo.

El anciano la evaluó por unos segundos y, con un suspiro resignado, tomó una botella del estante y comenzó a servir un vaso lleno de hielo para la pelirrosa

"No, no, déjala" Dijo Sakura refiriéndose a la botella. Luego le dio un trago al vaso, y Kami sabía jodidamente bien. De un solo trago tomó el resto, luego sirvió más "Hola" Saludó Sakura al chico de sombrero de paja, él le sonrió "¡Qué lindo!" Pensó ella.

"Me gusta tu cabello", dijo el chico.

Sakura sonrió aún más. "Me gusta tu sombrero".

Él asintió. "Soy Luffy y seré el rey de los piratas".

La kunoichi soltó una risita. "Soy Sakura Haruno, un gusto, futuro rey pirata".

"¡Me agradas!" exclamó Luffy. "¿Quieres unirte a mi tripulación?"

"¡Claro, por qué no!"

Piratería Sakura En One Piece Donde viven las historias. Descúbrelo ahora