Everything she wants (Sebastian Michaelis X Lectora)

IV

Una vez más, gritos en la mansión despertaron a ___, Sebastian sabía que esa mujer se levantaría irritada, así que preparó un trozo del flan de queso que había preparado más temprano y lo sirvió junto a un café negro, la mujer bajó con gran pesar las escaleras y se sentó en el comedor mientras su madre y su tía hacían comentarios sobre sus desordenados hábitos y su espantosa apariencia, ___ como ya era costumbre omitió los regaños y desayunó.

El desayunó terminó entre bromas y burlas de unos a otros, era divertido cuando estabas molestando a alguien, pero molesto si era a ti a quien molestaban, así lo veía ___, se levantó de la mesa, se arregló y salió directo al trabajo, esta vez si fue al trabajo solo que sin la compañía del demonio.

Un edificio pintado de colores llamativos y letras arriesgadas decoraba la ciudad como un monumento o una obra de arte, este lugar era la cede de la empresa Flashlights, una empresa de diseño gráfico que actualmente lideraba en todo el mundo, ahí es donde ___ trabajaba, era directora del departamento de diseño editorial, solían encargarse de la ilustración, la fotografía y la maquetación de libros y revistas, no era nada complicado realmente, pero para ___ era divertido, en especial cuando el proyecto era una sesión de fotografía, los modelos solían llevar maquillajes interesantes, como si fueran pequeños universos en el rostro de la gente.

Avanzó a paso lento y entró a una oficina, el lugar era tan divertido como el exterior del propio edificio, probablemente inspirado en el glamrock, ___ tomó asiento y comenzó a leer la pila de papeles amontonados en su escritorio, hoy era un día importante, la reunión con los gemelos Phantomhive era a las 8, la sesión de fotos del supermodelo Alois Trancy eras a las 10 y la junta de directores eras a la 1, un horario muy pesado, pensó ___, pues ella tomaría la batuta el día de hoy, cosa que rara vez hacía, para eso dejaba a su secretaria encargada, a quien entrenó arduamente para que no dejará caer en desgracia su nombre como diseñadora.

___ ya estaba en la sala de juntas con su secretaria esperando la llegada de los gemelos, eran unos clientes importantes, no podía ser menos que puntual. Un empleado junior abrió la puerta e invitó a entrar a los gemelos, ambos se presentaron como Ciel y Sirius Phantomhive, dueños de Funtom Company.

-Señorita Relish, es un placer al fin vernos en persona
-Lo mismo digo señor Phantomhive
-Bien, lo que nos trae aquí el día de hoy es el cierre del contrato con ustedes para que dirijan las ilustraciones para nuestra nueva línea de perfumes

La reunión pasó sin contratiempo, ambos gemelos estaban felices con las propuestas de las ilustraciones para sus perfumes, tan pronto como se fueron, ___ fue por un churro a la máquina expendedora.

El tiempo pasó y las 10 de la tarde llegaron, el modelo y su representante ya estaban aquí, Alois se abalanzó hacia ___ y la envolvió en un fuerte abrazo, eran amigos hace ya mucho tiempo, prácticamente sus carreras habían crecido juntas, eso permitió que colaboraran innumerables veces, ambos estaban felices de verse, aunque ___ tenía cierto rencor hacia Claude, el representante de su amigo, el tipo era raro a secas, era bueno en la costura pero jamás lo vió sonreír o mucho menos, Alois juraba que el tipo era una buena persona, en algún momento hasta comentó que llegó a gustarle, ___ aún no entendía que le gustaba de ese cubo de hielo a su amigo que parecía ser una estrellita de pólvora, tan chispeante todo el tiempo.

Solo maquillaje tardó una hora, ___ ya había cerrado sus ojos para entrar al reino de los sueños, fue un poco complicado despertarla, pero por suerte se levantó de buen humor. ___ se acercó a arreglar las luces y puso a su amigo en el centro y comenzó la sesión de fotos. Duró al rededor de una hora, usando 3 cámaras en distintos ángulos y un solo fotógrafo, felicitó a Alois y regresó a su escritorio y conectó las 3 cámaras para exportar las fotos, al cabo de unos minutos salió y le llevó un snack a Alois y se quedó haciéndole compañía.