Mi Luna Plateada • ParkHara(?

Único.

Acaba de regresar de una misión, tenia su cuerpo adolorido y la pesadez pedía a gritos un descanso en una superficie blanda como una cama o lo que sea en la que pueda descansar.

Iba de camino al laboratorio de Miguel, o cueva como quieran llamarle. A pesar de sus quejas internas, tenía que dar el reporte de la misión al líder de la sociedad arácnida aún cuando no era necesario pues bien Lyla podía hacerle el informe con lujo de detalles.

—¡Miguel!

Ya estaba dentro de aquella sala y podía ver que la plataforma estaba abajo y vacía.

—Miguel sigue en una misión, tendrás que esperar hasta que termine— la voz de Lyla junto con su cuerpo holografico se dejó ver y escuchar.

—¡Agh! Dile que se apure, estoy realmente cansado y quiero volver a casa— Lyla rió.

—Listo, seguramente vendrá en breve.

Y con eso desapareció. Peter decidió que esperaría en la plataforma y se montó en ella, sentándose en la silla que allí se encontraba.

—Tengo mucho sueño.

Tiró su cabeza atrás fregando su rostro con sus manos. Volvió la vista a las pantallas delante de el y se le ocurrió chismear un poco. "Miguel no está aquí por lo que no tendra que enterarse" se levantó de la silla y pulsó cualquier botón sacando las pantallas de su estado de suspensión. Inmediatamente se mostraron varias imágenes holográfica de otras dimensiones, monitoreando que su curso canónico estuviese intacto y todo continuara con tranquilidad.

Comenzó a ver pantalla por pantalla, viendo curioso el trascurso de la vida de las otras spider personas, un poco creepy si se ponía a detallarlo pero lo bastante paranoico proviniendo de Miguel. Fue viendo hasta que se topó con un video, estaba Miguel en el, un descansado, alegre y risueño Miguel, junto con una niña, una copia femenina del mismo hombre. No podía escuchar lo que ocurría en el audio así que vio en las consolas si habia una manera de arreglarlo.

—Peter— escuchó la voz de la asistente de Miguel a su lado —No creo que deberías ver eso— apagó la pantalla sin haber movido un dedo.

—¡No! Espera Lyla— la miró y ella portaba una mirada seria —Vamos, solo será un rato, prometo que no se lo diré a nadie.

—A Miguel no le hará feliz esto y lo sabes.

—Que si, que si. Solo por esta vez, el no tendrá por qué enterarse. Porfaaaaaa.

Le hizo ojitos a la holografica chica quien suspiró volteando los ojos. La pantalla volvió a encenderse pero esta vez podía escuchar el contenido del audio.

—¿Qué tienes que hacer que cosa?

Vió primero a Miguel que se encontraba ocupado sirviendo lo que creía, era el almuerzo.

—Tenemos que hacer un show de talentos.

La otra voz provenía de la niña, de cabellos castaños atados en una coleta alta, ojos chocolates, piel canela, era muy parecida a... oh, cierto.

—¿Un show de talentos? ¿Y que es eso?

—Papá— su tono fue de queja con un acento marcado latino — ¿no recuerdas que hicimos en el show de talentos el año pasado? ¿Qué hicimos una demostración de fútbol al que literalmente llamaste toda la atención de todos en el evento?— la jovencta rió burlona recordando ese suceso.

—Ah si, claro, eso. ¿Y quieres hacer otro mini partido?— tomó los platos y los sirvió en la mesa.

—Nop, quiero una presentación de canto.