La niñez...

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La niñez...

De seguro muchos recordamos esa bella etapa, esa etapa en la que fuiste feliz, la etapa en la que no tenías preocupaciones, tú única preocupación era llegar a tiempo para encender el televisor y ver tu programa favorito, solo eso, o el preocuparte porque querías lograr que tus padres te compraran el nuevo juguete que anunciaban en televisión un sábado por la tarde mientras esperabas el nuevo capítulo de tu caricatura preferida. Esa etapa en la que no te preocupabas por cómo te veías o lo que pensaban los demás de ti, ese tiempo en el que tenías tanto amor propio y valor para expresar lo que sientes, esa etapa en la que ni siquiera tenías miedo de llorar, la etapa en la que confiabas en tus padres y pensabas que todo niño que conocieras un viernes en el parque mientras jugabas en el columpio era tu amigo. Esa bella etapa en la que un 24 de diciembre pensabas en no dormirte para ver llegar a santa con tus regalos, aunque al final te quedabas dormido sin darte cuenta, esa etapa en la que sentías una enorme emoción al ver tu regalo bajo el árbol. Ese tiempo divino en el que el más mínimo detalle como una paleta lograba hacerte feliz, ese tiempo en el que después de caerte te compraban un helado y volvías a sonreír.

Aún recuerdo esos años...

Esos años en los que cada que mi padre decía que iríamos a casa de mis abuelos yo brincaba de felicidad y al llegar, ahí estaba mi abuelo esperando, sentado en una silla fuera del hogar, mientras que mi abuela cocinaba algo delicioso. Esos tiempos en los que me emocionaba estar a punto de cumplir años, esos tiempos en los que esperaba con ansias el día en que mi cumpleaños llegara para ver a todos sonriendo mientras me cantan y alguien decide arrojar mi cabeza al pastel. Luego, el abrir mis regalos mientras me toman fotos. Aunque dentro de todo esto, alguien decidió regalarte ropa en vez del juguete que tanto esperabas, pero igual sonríes porque tu madre te dijo que valores que se hayan acordado de ti, de todos modos, a pesar de eso eres feliz y sigues disfrutando del día.

Que bellos momentos eran, ¿no?

Pero, ¿qué pasa cuando esa etapa termina?, ¿qué sucede cuando al fin creces y te das cuenta de que no todo es color de rosa?, entonces; ¿la felicidad era falsa?, ¿cómo que santa no existe? Pero, mis amigos juraban haberlo visto pasar por la ventana de sus casas e incluso haber acariciado a los renos, ¿he vivido una mentira?, ¿acaso ese niño del parque no era mi amigo?, ¿por qué ahora el 24 de diciembre es triste?, ¿por qué ya no siento la misma emoción al recibir una paleta?, ¿por qué ahora me es incómodo el escuchar a todos cantar mientras parto el pastel en el día de mi cumpleaños?, ¿por qué ahora no esperas recibir un juguete el día de tu cumpleaños?, ¿por qué ahora tu familia te pregunta para cuándo la pareja o el cómo vas en la escuela en vez de preguntar si te gustó el regalo o si te divertiste?

Los tiempos cambian, ¿verdad?, esa bella etapa ha terminado y lo único que quedan son miles de preguntas y decepciones de saber que te mintieron en algunas cosas... ¿Acaso mis padres ni siquiera son héroes? ¿Cómo todo esto es posible? Esa y miles de preguntas más de las que nunca encontraremos respuesta...

¿Cómo que no volveré a ver a mi abuelo? ¿Cómo que lo he perdido completamente y pasaré toda una vida sin sentir sus abrazos de nuevo?

Así es la vida, no es tan dulce pero a pesar de todo hay que aprender a vivir con eso, nadie nunca te dijo que la vida sería tan cruel y estoy segura de que creciste con esa idea de que cuando fueras mayor tendrías un reino lleno de caramelos, vivir con tus padres, abuelos, amigos, tener 20 perritos e incluso pasártela jugando todo el día, llegar a ser el presidente de tu país y poder crear una ley que diga que todos los niños del mundo tienen derecho a jugar todo el día, tener dulces y juguetes ilimitados sin tener que acomodar nada.

Luego maduras y te das cuenta de que en realidad ya no quieres eso, ya ni siquiera quieres que te canten las mañanitas, ¿por qué ahora ya tampoco puedes relacionarte tan fácil?, ¿por qué antes solías tener "mil amigos" y ahora ya no?, ¿por qué será? Ahora que analizas bien las cosas esos amigos ni siquiera son tus amigos, ¿cómo podrían serlo? Ni siquiera los conocías bien, solo los conociste por una hora y solo fue porque te invitaron a jugar "tocatoca".

¿Por qué de pequeño creías que podrías confiar en ellos o porqué pensaste que los volverías a encontrar? Ya te das cuenta de que la vida no es tan fácil como esperabas y que esos supuestos amigos no fueron más que algo pasajero.

Algo pasajero, así como la niñez.

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⏰ Última actualización: Jul 07, 2023 ⏰

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