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Busan, Corea del Sur. 18 años.

Era una bella noche de verano, el cielo estaba despejado y podían verse las estrellas en aquel oscuro manto, era un momento hermoso para la boda que se iba a celebrar en ese momento, en uno de los edificios de aquella ciudad, todo estaba preparado para aquel evento. Los listones de color rosa pastel estaban adornando aquel salón en dónde iban llegando los invitados, las rosas blancas estaban por todo el lugar acompañados de lirios.

En una de las habitaciones se encontraba la bonita Omega que era la novia quien convivía con sus seis damas de honor las cuales llevaban un bonito vestido rosa del mismo tono que los listones vestidos largos con las mangas caídas y esponjosas que hacían un lindo arreglo con la parte frondosa que era la falda, las risas no faltaban en aquella sala, la novia jugueteaba debido a lo feliz que se hallaba por el lindo acontecimiento que ocurriría aquella noche.

— ¡Qué bueno que elegiste este vestido! —chilló una de las damas emocionada, no podía faltar que estuvieran halagando la vestimenta de la hermosa novia.

— Oh, ¿De verdad? —cuestiona la afortunada Omega haciéndose un poco la tonta, sabía que lucía hermosa pero su ego aumentaba más cuando se lo decían.

Era bastante egocéntrica y eso no era ningún secreto.

— Claro que sí, te ves hermosa. —dice otra de las damas quien tenía el cabello recogido con un gran liston en forma de moño del mismo color del vestido.— ¿Verdad que sí?

Todas las presentes asintieron y la novia solo pudo sentirse completamente satisfecha con lo que decía. Debía presumir.

— Pues claro chicas, ¡Es mi boda! —exclamó emocionada, esa sonrisa parecía no querer irse de su rostro haciendo lucir su maquillaje ligero.

— ¡No puedo creerlo!

Comenzaron a gritar las damas de honor emocionadas, parecían estar felices con el casamiento de su amiga.

— Oh, pero no sin tu velo. —habló una de las damas quien tenía la voz gangosa.— ¿Dónde está ese travieso?

Está última era Jisoo quién resultaba ser la cuñada de Hwasa, no tardó en comenzar a buscar el velo de la novia y está última hizo un pequeño puchero antes de dirigirse a la hermana de su futuro esposo.

— Oww... creo que lo dejé arriba.

La Beta se giró a ver a la novia y le dedicó una sonrisa.

— Descuida, yo te lo traeré... —jugó un poco con sus dedos algo nerviosa antes de decir otra palabra.— Cuñis. —finalizó de decir para luego soltar una risa algo extraña.

El resto de las damas, amigas de la novia, fruncieron el ceño con desagrado ante aquello pero la Beta estaba tan feliz como para darse cuenta de esto pues no tardó demasiado en irse a buscar el dichoso velo.

Todas soltaron un suspiro como si estuvieran agotadas y la novia quitó aquella sonrisa que representaba falsa emoción que había estado fingiendo todo este tiempo para rodar los ojos y suspirar de igual forma dejando un profundo silencio en el cuarto.

— Jisoo es tan irritante. —mencionó una de las damas quien se atrevió a romper aquel silencio infernal.

— Y horrenda. —se unió a la crítica una Beta de cabello chino y oscuro, otra amiga de la novia.

— Es idéntica a su hermano Kim Taehyung, igual de horrendos. —comentó otra de las presentes con expresión de desagrado.

— ¡Exacto! —exclamó la novia con el mismo desagrado sentándose con pesadez en uno de los sillones del cuarto.— ¡Y además será mi cuñada en una hora!

Un Esposo de Mentira || Taekook ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora