Felix es sólo una pequeña ardillita en un mundo de horrendos carnívoros. Al menos, hasta que Bang Chan llega a su vida.
› Chan top! felix bottom!
› Híbridos, fluff, drama.
› Gráficos ‹3: hooneily
꒰ ♡ ꒱ Esto es una adaptación, todos los créditos a: @...
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Chan hizo un leve mohín al sentir el tirón en su cabello, tratando de concentrarse en la tarea que hacía a último momento, mientras la pequeña ardilla en su cabeza se acomodaba otra vez.
El almuerzo era de una hora, pero parecía ser suficiente para que Felix decidiera haberse tomado una siesta pequeña. Chan no lo pensó mucho, le sugirió que podía transformarse en ardillita y acomodarse en su hombro, y así fueron los primeros diez minutos, aunque pronto se dio cuenta de que el espacio era demasiado pequeño. Así que, finalmente, le dijo que subiera a su cabeza, pensando que sería buena idea.
Craso error. A Felix pareció encantarle el lugar, acomodándose unos minutos en el cabello desordenado de Chan, antes de comenzar a agarrarle de los mechones y estirárselos, como si quisiera acomodárselos para dormir. Hacía eso cada cinco minutos, y de vez en cuando, bajaba para buscar una bellota, volviendo a subir y comiéndosela allí.
Una parte de Chan pensaba que eso era en extremo tierno, sin embargo, otra parte no podía evitar sentir un poco de dolor ante los constantes tirones de cabello.
―Felix, no hagas eso ―habló de pronto Jeongin, que llegó con Hyunjin de la mano―, dejarás a Chan calvo.
La ardillita chilló, soltándolo y pareciendo acostarse para abrazar a Chan por arriba, como si quisiera cuidarlo. El alfa le dio las gracias a Jeongin en silencio.
―Ven, toma ―dijo Chan, llamando la atención del omega, y le tendió una avellana que el pequeño animalito agarró con alegría―. ¿Estás feliz? ―Felix volvió a chillar, comenzando a comerse el fruto seco―. ¿Y ustedes? ¿Ya son algo oficial?
―Desde hace meses ―dijo Hyunjin, arrugando el ceño levemente―. Lo que pasa es que Innie es vergonzoso.
―No es así ―exclamó Jeongin, pero tenía las mejillas enrojecidas.
―¿Y qué pasa con Seungmin? ―cuestionó Chan.
Jeongin gimió, apoyando su cabeza contra la mesa. Hyunjin soltó un resoplido, aunque había una sonrisa pequeña en su rostro.
―¿Es que no lo saben? ―dijo Hyunjin―. Jeongin tiene fetiches.
Felix se atoró con la avellana, comenzando a escupirla. Chan se espantó y lo bajó a sus brazos, sin saber si golpearle la pequeña espalda para ayudarlo. Temía hacerle daño por eso. Pero al ver que Felix seguía medio atorado, le dio suaves palmadas hasta que logró sacarse el trozo atorado en la garganta. Jeongin y Hyunjin estaban inclinados, preocupados.
―Casi la aplastas con tu enorme mano ―comentó Jeongin.
Felix se arrastró fuera del regazo de Chan, antes de volver a su forma humana. Tenía el rostro un poco rojo por la vergüenza de la situación.
―Lo siento ―barboteó―, ¡es que... que me agarró por sorpresa! ¿Jeongin fetichista?