Estaba atendiendo a una señora que no dejaba de despotricar de Alex, un compañero de trabajo, porque tenia las uñas pintadas.
Respire hondo, no tenia ganas de discutir con nadie.
Mi compañero tuvo suerte que la señora fue asignada a mi y no a el. No parecía el tipo de persona que soporta criticas sobre sus decisiones.
-Infierno-la señora continuo con su queja- al menos no...
-Señora- la interrumpí- se va a llevar la prenda o no? . Me aburrí de su '' sermón'' lleno de homofobia.
-Si- arranco la prenda de mis manos- y también me quejare en redes de ese anormal.
-Genial- ironice.
La acompaño a registrar la prenda y la paga, pero le dedica una mala mirada a mi compañero antes de irse.
Suspire aliviada al verla salir del local.
-Lo escuché todo-dijo Alex detrás de mi.
-Lo lamento, no deberías recibir comentarios así.
-No te preocupes-dijo con una pequeña sonrisa- ya estoy acostumbrado.
No era justo que una persona recibiera esos comentarios, Alex no estaba haciendo nada malo, solo estaba siendo el mismo, era triste que algunas personas no lo entiendan.
-Pero no es justo-replique.
-No, no lo es.
La conversación termino allí, los dos seguimos atendiendo a las personas.
Faltando una hora para cerrar, la campana de la tienda sonó, anunciando a un nuevo cliente.
-Es tu turno-Alex me dedico una sonrisa burlona.
Suspire y puse mi mejor sonrisa. La cual se borro al ver a la persona que entro, era Max, la persona de que había huido.
El camino tranquilamente hasta llegar a mi con una sonrisa arrogante que me congelo la sangre, el sabia que le tenia miedo.
-Mon ange-pronuncio el apodo con el que me llamaba-te encontré y ahora no te dejare ir.
Me quede congelada en mi lugar, con el frente mío.
Alex se dio cuenta que algo andaba mal, así que se puso delante de Max.
-¿Se te perdió algo amigo?- Alex me estaba protegiendo.
-Solo quería hablar con ella- Max me vio de reojo.
-Ella no quiere hablar contigo.
Max dio un paso mas hacia nosotros.
-Prefiero que ella me lo diga.
Decidí armarme de valor.
-No quiero verte nunca mas.
La expresión arrogante de Max cambio a una furiosa. Se dio la vuelta y salio de la tienda.
Alex se dio la vuelta y me pregunto.
-¿Estas bien?
Asentí, pero aun sentía la mirada de Max sobre mi, tenia miedo, mi única opción era huir de nuevo, pero no quería hacerlo, tenia que encontrar una manera de mantenerme a salvo sin huir.
Me masajee las sienes pensando en ello, no tenia idea como iría a casa esta noche, el podía interceptarme y atacarme.
...
-Quien era el?- pregunto Alex mientras terminábamos de cerrar. Lo mire pensando si debía decirle, Alex era una persona agradable, pero aun no éramos muy amigos- Lo siento, no tienes que decirlo si no quieres.
-Gracias- hice una pausa y me decidí contárselo- Era mi exnovio, Max era muy controlador, posesivo y celoso. El día que termine con el, entro a mi casa y me ataco a mi y a mi papa, le corto el cuello a mi papa, por poco me mata, tuve que huir.
Alex escuchaba todo en silencio y con la boca abierta, le conté el resto de la historia sin los detalles mas importantes.
-Yo...- no termino la frase- Que harás?
-No lo se, tengo miedo.- me pase una mano por el cabello.
Luego cerramos el local y cada una fue a su casa.
Caminaba con el corazón acelerado y las manos aferradas a mi bolso.
Solo una par de cuadras mas.
Faltaba poco cuando sentí que alguien me empujaba hacia la pared y me aprisionaba con su cuerpo.
-Mon angel.
