Te compro a tu novio ✧ Hyunlix

! ୧ Tres.

—Amor ¿Estás dormido?— Bangchan llegó cansado después de una larga jornada de sexo salvaje, el aroma en su ropa lo delataba pero algo en particular llamaba la atención, un enorme chupetón.

iJa! Cariño mío ¿Quién dice que ser tierno te hace ciego?

Miró que su futuro esposo estaba dormido o por lo menos eso creía él. Se dirigió a la ducha para deshacerse de aquel fuerte aroma.

—Odio que su olor se pegue.— Susurró aún pensando que su esposo dormía.

Felix, Lee Felix no era tonto como tantas veces lo pintaban solo dejaba pasar las cosas para ver a que punto llegaban, tampoco iba a dejar que todo se fuera al caño y si eso sucediera se haría difícil de olvidar.

A Bangchan nunca se le ocurrió que a su Felix le pasaran ideas locas y torcidas porque Felix era su lindo niño bonito que confiaba ciegamente en él, no iba a negar la culpa que le provocaba engañarlo pero era humano y los humanos solían equivocarse y Bangchan se equivocada todos los días y a todas horas.

Transcurrieron cuatro días con toda la situación normal, el castaño no preguntaba nada acerca de porque su novio usaba bufandas todos los días, ya lo sabía y jugaría un rato con eso.

—¿Estás enfermito mi amor?— Le dijo tocándole la frente midiendo su temperatura, graciosamente su novio se encontraba sudoroso y fresco sin rastro alguno de fiebre.

—.....— Se quedó pensando una buena excusa —Es... Es que tengo infección en la garganta y mi abuelita decía que era muy bueno cubrirse.— se justificó.

—Raro cariño... Me pareció ver un tono morado por ahí ¿Qué me ocultas mi amor?— Preguntó, tratando de ocultar su sonrisa.

—Mierda.— Susurró para si mismo cuando vio que su novio se dirigía a lavar los platos.

—Nada cariño.— Dijo en tono bajo para no alterar más sus nervios. Felix regresó a la sala donde estaban antes.

—Mira cariño, tengo que ser muy sincero.— Hizo una pausa para tomar un largo respiro. —Sé lo que me ocultas y no me gustan las mentiras.— A Bangchan casi se le salían los ojos ¿Será que lo descubrió? Su corazón palpitaba asustado pues no estaba dispuesto a perder lo que más amaba. —he visto esa marca y...

—Mi..— Tragó fuerte —Mi amor esto tiene una explicación.— En realidad no la tenía pero debía intentarlo.

—Lo sé y me duele que me hagas esto.— Suspiró, actuando cansado —Confio en ti y esperaba lo mismo de tu parte.— su rostro expresaba dolor y decepción.

—¿Me vas a dejar? Lixxie no... Mi amor nos vamos a casar y te amo y... Y...— se quedó sin palabras, estaba llorando su corazón dolía, no podía perderlo.

—Lo sé y también lo hago, sabes que te amo como a nadie y por eso me duele más.— Cualquier persona que supiera interpretar entre líneas se daría cuenta lo que en realidad quería decir.

Bangchan lloraba desconsolado por pensar que su Lixxie se iba a ir e iba a dejarlo solo, no quería estar solo y Jisung lo llenaba como lo hacía Lixxie.

—Pero... i¿Por qué no me has dicho que tu jefe te golpea?!— A Bangchan el alma le regreso al cuerpo, su llanto desconsolado se detuvo.

—Es que...— Rebuscaba en los mas recóndito de su cerebro una excusa creíble —Es que... Estábamos jugando y mañana es la cena y no quería que lo trataras mal.— dijo, la mentira ya era parte de su día a día ya formaba parte de él.

—Si me hubieras explicado ahora no lo odiara tanto.— Dijo inocente a punto de sacar una carcajada.

—Lo siento mi amor no quería hacerte llorar.— dijo Felix limpiando las lágrimas de Bangchan.

—Me han contado que mañana habrá una cena con tu jefe ¿Por qué no me llevas?— Jisung estaba esperanzado en que alguna vez Bangchan lo presentara a él como su futuro esposo y no al niño mimado que no conocía pero odiaba.

—Sabes que no puedo, tengo que llevar a mi prometido.— Jisung hizo un puchero enojado pero por lo menos de esta situación lograría sacar ropa y de la más exclusiva y cara.

Jisung era un joven acostumbrado a ser consentido, odiaba que las personas le ignoraran, tenía todo hasta que le fue infiel a su ex esposo. Minho le consintió todos y cada uno de sus caprichos solo para que su amado Jisung no se fuera de su lado. Grave error, el pelinaranja se mal acostumbró y gracias a eso Bangchan estaba quedando en la pobreza.

—Sabía que lo dirías por eso...— se levantó de las piernas de su ami-novio-amante y agarró un papel que estaba en la mesa más cercana a ellos —Está es la lista de ropa de la nueva temporada que me encanta tanto y ya que no me llevaras necesito...

—Necesitas dinero, si ya lo sé...— lo interrumpió Bangchan. Sacó su tarjeta de crédito entregándosela a Jisung.