Comienzo

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Ucrania estaba sentado en su lugar en la típica junta para discutir sus problemas cada mes, suspiro y miro a otro lado, ya habían terminado las cuatros horas de puro parloteo, se levantó de su asiento dirigiéndose a la puerta principal para irse directo a su casa cuando sintió un toque cálido en su hombro, se detuvo para ver de reojo a quien lo tomó del hombro, su mirada se suavizó cuando vio que era Canadá, sus labios se torcieron al ver esos ojos miel que habían hecho sentir su pecho caliente últimamente.-¿Qué pasa Can?- Canadá amplió su dulce y hermosa sonrisa suya una por la que cualquiera moriría y contestó con una voz que cada sílaba salida de sus cuerdas vocales y boca era tan dulce como la carne recién cortada.-Solo quería no lo se... invitarte a ir a mi país...ya sabes ambos juntos y solos, tengo una cabaña en la que podríamos quedarnos ¿Qué dices?- Los ojos de Ucrania se encendieron de alguna manera miro directamente a los ojos penetrantes amarillos del canadiense, moría de la emoción y comienzo a asentir frenéticamente-¡Claro! me encantaria- su cara se coloro un poco de solo pensar en estar solo con el canadiense solos...teniéndose solo uno al otro por días enteros. Esto se sentía como un sueño.

Habían pasado dos semanas después de ese fin de reunión tan emocionante para el ucraniano, finalmente había termino de hacer sus maletas, esperaba tan impaciente a Canadá que quedó con el que lo iba a recoger a las 9 am en el aeropuerto y cuando finalmente lo vio en la entrada de este casi grita de la emocion pero solo camino a paso rápido con él y le dio un gran abrazo y apretado, sentía como la bomba de sangre de ambos en sus pechos se aceleraban como si fueran explotar sus pechos en cualquier momento empapando a ambos con la caliente sustancia carmesí sabor a hierro uno al otro mezclándose poco a poco.-Vamos a mi auto...es algo tarde- Ucrania asintió siguiendo a Canadá hasta un auto de color negro bastante lindo pero nada de fuera de lo común se subió en el asiento del copiloto después de haber guardado las maletas en la cajuela del coche, la cajuela olía extrañamente bien...como si fuera lavada constantemente pero no prestó atención su cabeza estaba imaginando tantas cosas para siquiera pararse a pensar algo. Canadá también se subió al auto en el lugar del conductor, prendió este con su llave y comenzó a manejar tranquilamente, tenía una sonrisa leve pero tranquila y miraba solo al frente fijamente como si pensara pero parecía estar tan absorto en sus pensamientos que no le prestó a nada atención ni a lo que decía la voz gruesa del ucraniano, pronto salieron de la ciudad y estaban solos en la carretera en ese momento noto el canadiense que su compañero se había quedado dormido en su asiento. Canadá borró su sonrisa y apretó sus labios por un momento pero luego recuperó su postura. Llego a la entrada del bosque que era tan denso y grande siguió manejando hasta el estacionamiento para algunos campistas o excursionistas. Canadá volteo su cabeza en un movimiento algo brusco hacia el ucraniano, lo miro una y otra vez cada estupido centímetro lo penetro con al mirada y paso un dedo suavemente por su mejilla y asi duro unos minutos...horas tal vez.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2023 ⏰

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