35. Capitulo 31

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Anteriormente en "EL SECRETO DE KATSUKI".

El enojo de Bakugo era palpable, y JJ Leroy seguramente había desencadenado una tormenta. La trama se complica con la revelación de la presencia de Yuri Plisetsky en Japón y con la mentira que Otabek Altin le dijo a Yakov sobre el paradero de nuestro rubio.

¿Qué hará Bakugo y Lilia ante esta situación? ¿Yakov confrontará a Yuri cuando lo encuentre o no? ¡La historia promete más giros interesantes!

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Bakugo, aún respirando con furia, miró fijamente la pantalla de su teléfono, repitiendo en su mente las imágenes del video. El rugido de la explosión resonó en el pasillo, llamando la atención de sus compañeros de clase. Aizawa-sensei, molesto por el estruendo, salió del aula.

-Bakugo, ¿qué estás haciendo? -preguntó Aizawa con su característica falta de entusiasmo.

-¡Vete al diablo, sensei! -iba a decir Katsuki en su arrebato de furia, pero su conciencia le recordó la condición que Lilia le había impuesto con anterioridad, así que solo respiró profundamente y se despidió rápidamente de su padre.

-Te llamo luego...- se despidió aún conteniendo su ira apagando con fuerza el celular y guárdandolo en su bolsillo.

-Tch... Nada- respondió a Aizawa-sensei con un tono molesto mientras regresaba al salón. Su expresión mal contenida de enojo dejaba entrever una aura oscura, intrigando y asustando a algunos de sus compañeros.

- ¿Qué le pasa a Bakugo? ¿Viste su expresión? -murmuró uno de los estudiantes.

- No sé, pero algo no anda bien. ¿Crees que tenga problemas personales? -respondió otro.

Mientras tanto, Bakugo volvió al salón con determinación para concentrarse en la clase, pero su mente seguía hirviendo de ira. No pasó mucho tiempo antes de que algunos compañeros comenzaran a especular sobre la razón de su reacción, sembrando la curiosidad en el aula.

- ¡Ey, Bakubro! ¿Qué te pasa? -preguntó Kirishima, uno de sus amigos más cercanos.

- No es asunto tuyo, idiota. Déjame en paz -respondió Bakugo bruscamente, sin levantar la mirada de sus apuntes.

La tensión en el aula aumentó a medida que los murmullos y las miradas curiosas se extendían entre los estudiantes. Bakugo, intentando ignorar las especulaciones, se sumergió en sus apuntes, aunque su expresión revelaba una mezcla de frustración y determinación.

- ¡Vamos, Bakugo, cuéntanos qué pasa! -insistió Ashido, otra compañera, con una sonrisa curiosa.

Aizawa-sensei, notando la atmósfera cargada, decidió retomar la clase rápidamente para desviar la atención. Sin embargo, el misterio en torno a la reacción de Bakugo persistía, generando un murmullo constante en el trasfondo de la lección.

A lo largo de la clase, la intriga persistió, y los compañeros de Bakugo no pudieron evitar intercambiar miradas furtivas entre ellos. Algunos se atrevieron a hacer preguntas discretas, pero el explosivo estudiante respondía con evasivas y gestos bruscos.

- Bakugo, en serio, algo te tiene alterado. ¿Necesitas hablar de ello? -preguntó Jirou, preocupada.

- No es asunto suyo. Déjenme en paz y enfoquémonos en la clase -respondió Bakugo, con una mirada desafiante.

A medida que la lección avanzaba, Bakugo luchaba por mantener su concentración, sus pensamientos oscurecidos por la ira. La atmósfera tensa persistió hasta el final de la clase, dejando a todos con la sensación de que algo significativo se avecinaba en los pasillos del instituto.

El SECRETO DE KATSUKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora