Capítulo #11

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La semana paso tranquila y yo estaba algo ansiosa por la cita con Luka.
El viernes estaba yo saliendo de la habitación del señor Rodrigo cuando veo a Lukas entrando a su oficina
¿Qué habrá pasado?
Me pregunté. Pero la verdad no le di tanta importancia y seguí con mi trabajo.
Un par de horas más tarde sonó mi teléfono móvil era una llamada de mi padre
¿Qué querra este imbécil?
Murmuré
–¿Hola?–dije al responder la llamada
–¡Emila!–me gritó
–¿¡Qué carajos quieres!?–le devolví el grito
–Que vengas a casa,debes de estar aquí para atendernos a tu hermano y a mi,para eso eres mi hija–dijo el
–No pienso volver a esa casa más nunca y opino que mi hermano debe de hacer lo mismo,que sepas que padre no es el que enjendra ni el que te da su apellido,padre es el que apoya,el que quiere,el que cuida,el que esta ahí para sus hijos y tu no eres nada de eso porque si por mi fuera yo sería huérfana... Por ser como eres mamá nos abandonó–
–No voy a permitir que...–No lo dejé terminar y colgué la llamada.
Me di cuenta que varias lágrimas corrían por mis mejillas,siempre era igual el nunca me hacía reir sino todo lo contrario me hacía sufrir me hacía infeliz. No podía permitir que me vieran así en la casa así que salí para el patio trasero,me senté bajo un árbol y heche a llorar. Yo odiaba a mi padre,sí,pero también había una parte de mi que lo queria y que le dolía que me tratara así de mal. Como a la hora de yo estar allí el llegó.
–¿Nunca te han dicho que las niñas lindas no lloran?–dijo el. Miré hacía arriba para darme cuenta de que era Rodrigo que estaba con cara de preocupación mirandome fijamente
–No soy linda...¿Qué haces aquí?–dije mirando hacia otro lada para que el no me viera en ese estado
–Primeramente esta es mi casa y puedo estar donde yo quiera–dijo sonriente
–Mm perdón mejor me voy a...–
–No quedate lo digo jugando...¿Me puedo sentar?–ladeó la cabeza esperando una respuesta
–Si quieres–me encoguí de hombros
–Bueno ahora dime¿Por qué lloras?–preguntó
–Boberias mías–negué con la cabeza
–No creo que sean boberías,para tener 16 años eres bastante madura.Ahora dime la verdad–
–Es...p-por culpa de mi padre–suspiré
–¿Tu padre?–dijo confundido
–Si–asentí con la cabeza
–Me cuentas que paso con el–dijo acomodándose en el suelo como si fuera una gran y cómoda cama.
Y yo sin pensarlo le conté toda la historia desde cuando era pequeña hasta la actualidad.
El se quedó sorprendido,mientras las lágrimas no paraban de brotar por mis ojos
–Ocea que tu padre no te dejó termimar los estudios–dijo confuso
–Exacto,pero a escondidas los termine Online–dije pasando mi mano por mi mejilla
–Aa valla...es terrible por todo lo que has pasado–dijo tomandome del brazo y me abrazo.
Pero yo en cambio hize una inevitable mueca de dolor gracias a las heridas
–¿Qué pasa?–preguntó frunciendo el seño
–No nada–intenté disimular pero el no se lo creyó.
Me desabotonó la camisa dejando ver las heridas casi infectadas que tenia en mi piel
–¿Emilia eso te lo ha hecho él?–
–Emm...si–me encoguí de hombros suspirando
–Como dejas que...–yo agache la cabeza y el cambio totalmente su expresión –...Hay que ir al médico–Dijo preocupado
–No hace falta,además no tengo dinero para pagar un médico–
–Quien dijo que lo vas a pagar tu–y sin esperar una respuesta me levanto cogiéndome en sus brazos como una verdadera princesa.
Lo mire a los ojos y esta ves los veía mas brillantes y lindos
Tal ves no es un imbécil como yo pensaba y es un buen chico
Me montó en su auto y me llevó al hospital,ya en urgencias me atendieron y curaron mis heridas;me mandaron una pomada para que sicatrisaran bien y unas pastillas para el dolor.
Volvimos a casa y cada cual tomó por su lado hacía su habitación.

Enamorada De MafiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora