Capítulo 1

3 1 0
                                    

Samuel's POV:

Esta noche he tenido un sueño rarísimo.
Estaba en la iglesia, en mi boda. No puedo creer que haya tenido ese sueño, apenas tengo 16 años y ya se que no estoy hecho para el amor.
Mis padres quieren que al cumplir los 25 ya esté casado y así pueda hacerme cargo de las empresas, unas empresas multinacionales, Empresas Johnson.

Como cada mañana, me he duchado y he bajado a desayunar. Luego he vuelto a subir y me he puesto unos boxers, unos jeans oscuros y una camiseta blanca.
Cojo las llaves de mi moto y me dirijo al instituto.

Al entrar, la gente está amontonada pues hoy daban las notas del segundi trimestre.
Al llegar al gran grupo de gente alguien me toca el hombro.
Me giro y me encuentro a un niño de unos doce años, seguramente será su primer año aquí.
- Tú eres Samuel Johnson verdad?
- Si
- Te llama el director, acompañame.

El niño me guía por los pasillos del instituto hasta que me doy cuenta de adonde me lleva.
- Oye, por aquí no se va al despacho del director.
- Ya lo se, pero también llana a mi hermana y si voy ahora a por ella no tengo que hacer dos viajes.
- Ah, okay.

Llegamos al aula de artística. Había un grupo pintando cuadros. Me fijo en uno, es un paisaje muy bonito, justo donde llevaría yo a alguna conquista para luego tirármela. Hasta que el chico se acerca a su pintora.
Era una chica realmente bonita, me impresiona que no esté en el equipo de porristas o no haberme acostado antes con ella. El niño le susurra algo en el oído y ella se pone seria y ambos salen.
En el camino los hermanos se mandan miraditas extrañas. Creo que están nerviosos por lo que les puedan decir.

Al llegar, el director nos hace entrar a ambos a la vez.

- Buenos días jóvenes.
- Buenos días director, que es lo que tanto le urge? - le con esta la chica.
- Oh, si, verán, los dos primeros cursos de la ESO, van a realizar un viaje de fin de curso a Londres.
- Si, eso ya sabíamos, no dejan de hablar de eso.- esta vez digo yo
- A eso iba, ningún profesor puede ir, ya que es la semana de exámenes del resto del instituto. Había pensado en enviar a dos jóvenes que supieran hacerse respetar con niños de esas edades y que tuvieran la suficiente nota como para poder perderse esa semana y que los profesores les puedan aprobar los exámenes con un diez en cada uno por las molestias.
- Resumiendo, que nos está diciendo que nos tenemos que ir a Londres con los de primero y segundo dentro de dos semanas. - aclara la chica
- Exacto.
- Okay, yo ya he ido, acepto, es un viaje maravilloso.
- Perfecto, solo falta usted Johnson.
- Pues... Vale... Pero como alguno de esos mocosos se pase de la raya no será mi culpa si llega a su casa con algo lesionado.
- Vale, de eso se encargará usted, no necesitamos a ningún padre enfadado. - le dice a la chica - Pues eso era todo, gracias a los dos. Ya les llamaré cuando tenga más tiempo libre para informarles sobre el viaje.

Salimos del despacho y la chica se dirige hacia su glasé de nuevo mirando su móvil.
- Oye, como te llamas? Si vamos a ir a Londres junto a un grupo de mocosos al menos debería saber tu nombre.
- Olsen, Rebecca Olsen.
- Vale, yo soy Johnson, Samuel Johnson.
- Muy bien, adiós.
- Espera!
- Y ahora que?
- A que curso vas?
- A cuarto y a ti que?
- Nada, saberlo. - vale, tal y como suponía iba a mi curso, así que me la podría tirar sin problemas.

Regreso a la clase que me tocaba y hago una entrada triunfal. El profesor no me dice nada y mis compañeros me miran con admiración.
Pasan dos horas más cuando suena el timbre que indica que es la hora de almorzar.
Me siento en la mesa de siempre, donde me esperan mi equipo. Les dije que soy el capitán del equipo de fútbol americano? Bueno pues ya saben.

- Alguno sabe algo de Rebecca Olsen?
- Yo si, es la mejor amiga de mi hermana.
- Y bien?
- Según lo que me he enterado, ella tiene una vida, digamos perfecta. Tiene una familia perfecta, tiene un físico perfecto... Pero, tiene un carácter rudo. Es una chica difícil, pocos han probado sus labios, y no se sabe si sigue virgen. Es una chica, perfecta, por decirlo así, solo que ella cree en el amor.
- Wow, si que sabes de su vida.
- Tio, mi hermana es su amiga y no para de hablar de ella, le parece que es perfecta a ella también. El otro día la tuve que ir a recogerla casa de su amiguita, me dio la dirección y cuando llegue me encontre en la puerta de una mansión, se ve que sus padres tienen unas empresas multinacionales como los tuyos, solo que los suyos ganan millones más. - me contesta Dilan
- Y a que tanto interés? Nunca te habías fijado en ella. - dice ahora Finn.
- Esta buena.

Y así acabó la conversación, porque el niño de antes me vuelva a llamar.
- El director otra vez no?
- Si.
- Okay. Vamos.

Vamos a buscar a su hermana y luego vamos al despacho del director.
Nos explica del viaje, de que ya todo esta organizado y nosotros solo tenemos que intentar cumplir con los horarios.

- Eso es todo?
- Si. Pueden irse.
- Gracias. - dice Rebecca antes de irse.
Cuando llego a la clase que me tocaba, entro sin pedir permiso ni nada.
El profesor me mira mal, pero ni dice nada, creo que ya se ha acostumbrado. Diez minutos después aparece Rebecca.
- Pero miren quien se ha dignado a venir. Señorita Olsen, no ha venido en todo lo que llevamos de curso y ahora se digna a aparecer? Que modesta. - dice el profesor en tono irónico.
- No se haga ilusiones profesor, vengo a por Samuel, el director le llama.
- Pero si...
- Callate, te llama okay?
- Vale Vale.

Al salir del aula me mira.
- Tienes coche?
- Si, por?
- Necesito que me lleves a un sitio.
- Y porque no has con el tuyo?
- Primero porque mi coche esta en el garaje de mi casa. Segundo porque he venido en moto y el sitio donde voy no es muy apropiado para mi moto.
- Querrás decir vamos.
- Claro, que tonta soy me olvidaba de ti. - me contesta irónicamente, esta chica usa mucho la ironía
- Bueno, vamos.
Nos dirigimos hacia mi coche, cúa do me pide las llaves.
Eso si que no, te puedo llevar, pero tu no conducirás, no lo puede conducir nadie que no sea yo.
- Dame las putas llaves.
- Que no.

Cinco minutos después estábamos los dos en el coche, ella conduciendo y yo mirando por la ventana para adivinar hacia donde nos dirigimos hasta que descubro que vamos al depósito.
- Oye, no que eras una nena buena.
- Vuelveme a llamar así y te las verás con migo chaval. Bueno, ya estamos, ya te puedes ir.
- No, de aquí no me voy hasta que tu no te vayas. Me has dicho que te traiga y ahora me vas a estar soportando todo el rato.
- Vale, pero si te traumatizas o algo por el estilo no será mi problema.
- He estado millones de veces en sitios como este.
- Si, pero seguro que no con las personas que verás ahora mismo.

Yo seré tu dulce agoníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora