🐺 Capitulo uno🐺

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La pequeña de siete años salió de la cabaña dando saltos hasta adentrarse al bosque con una hermosa sonrisa, su paso se detuvo cuando escucho unos chillidos. La niña camino con cuidado a donde se escuchaban los chillidos y sus ojos se abren en sorpresa al ver a un lobo de un pelaje negro muy intenso, oscuro como la noche y sus ojos eran de un dorado hermoso. Su tamaño era grande, más alto que la pequeña niña.

A ella le pareció un lobo grande.

El lobito la miró y retrocedió alzando una de sus zarpas, la niña se dio cuenta que su patita estaba lastimada y por eso se fue acercando. Aquél lobo negro respiraba agitado haciendo que la tierra se mueva un poco cuando expulsaba aire por su cavidad nasal.

— No te haré daño — Dice tierna y el lobito se termino sentando en las hojas secas que habían — Puedo ayudarte con tu patita — Terminó arrodillada frente a el y acercó su mano temerosa — No me harás daño, ¿Verdad? — El pequeño lobo solo la observo.

La niña agarró con cuidado su patita y soltó un suspiro de alivió al ver que el lobo no le hizo nada. Reviso su patita y se dio cuenta que tenía una cortada y alrededor habia sangre algo seca. El lobo chilló de dolor cuando ella tocó esa zona.

— Perdón — Se disculpó apenada — Puedo limpiar y poner un vendaje para que la herida no se infecte, ¿Podrías esperar hasta que vuelva? — El lobo solo la observo con aquellos ojos dorados muy intensos.

Los ojos del lobo eran de un dorado intenso, era como si el mismísimo infierno habitará en aquellos orbes dorados.

— Supongo que vas a esperarme si quieres que te ayude a curar tu herida — Sonríe mostrando sus dientes — Ahora vuelvo — Se pone de pie y da vuelta para irse corriendo.

El pequeño lobo miró por donde se había ido y luego termino echándose en las hojas secas. Espero y espero unos largos minutos hasta que vio la niña a lo lejos, alzó su cabeza y empezó a aullar cuando ella se acercó.

— Veamos — Empezó a sacar lo que había traído de su pequeño botiquín. La pequeña niña empezó a limpiar la herida del lobito y al terminar puso un vendaje blanco, luego agarró un marcador que trajo y puso el nombre de ella en el vendaje — Ese es mi nombre y solo lo puse porque quería — Sonríe guardando las cosas — ¿Te dolió? — El pequeño lobo niega con la cabeza y la niña quedó sorprendida — ¿Puedes entenderme? — El lobo asintió con la cabeza y la niña ríe — Eso es genial.

El lobo se levanta con cuidado y quedaba mas alto porque la niña se encontraba arrodillada. Acercó su rostro y lamió la mejilla de la pequeña haciendo que ella ría.

— M-me haces cosquillas — Ríe y el lobo se aleja.

La niña acerca su mano a su pelaje y lo acaricia con cuidado, sonríe al sentir aquél pelaje suave. Luego acaricia la cabeza del lobo haciendo que este cierre sus ojos.

— Eres precioso — El lobo abre sus ojos y la observó.

La niña se dio cuenta de que los ojos del lobo empezaron a brillar de un dorado intenso, como si fueran galaxias y al verle los ojos brillosos quedo fascinada, pero ella no se dio cuenta de que sus ojos también brillaban con la misma intensidad.

Y allí una conexión se creó.

Unos aullidos a lo lejos puso al pequeño lobo en alerta, miró atrás de el escuchando mas aullidos y sabía quiénes eran. La niña no alcanzaba a oír nada, pero se dio cuenta de que el lobo debía irse.

— Ve con cuidado — Sonríe y el lobo la miró.

La niña se pone de pié y el lobo le dio una última mirada antes de alejarse completamente de ella. El lobo corrió como pudo y se adentró mucho mas al bosque, cruzó el río de un salto y del otro lado vio a sus amigos.

𝐌𝐲 𝐌𝐚𝐭𝐞 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 [Próximamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora